Por Mía Baldi, Martina Fernandez Souto y Candela Morinelli
Una joven de 16 años se suicidó en 1992 porque su padre no le dio permiso para asistir al concierto de Guns and Roses en Argentina, en la que fue la primera gira latinoamericana de la banda estadounidense. Fue en un contexto en el que varias familias le habían prohibido a sus hijos ir al recital de una banda que llegaba con la fama de ser “la más peligrosa del mundo”.
El padre de Cynthia Tallarico le había comprado la entrada para el show, bajo la condición de que no fuera al hotel donde se hospedaba la banda. Ella no sólo incumplió la promesa, sino que apareció en televisión, dando una entrevista en la puerta del hotel. Al descubrirla, su padre le prohibió ir al concierto. Luego de una fuerte discusión, Cynthia se encerró en su habitación y se suicidó de un disparo en la cabeza. Horas más tarde, su padre la encontró y, desesperado, tomó la misma arma y se quitó la vida. La tragedia enlutó lo que debería haber sido una fiesta.
“Lo correcto hubiera sido prohibirlos” porque “son unos forajidos”, fueron las palabras del entonces presidente Carlos Menem en declaraciones a la prensa luego del segundo show que realizó la banda en el estadio de River Plate. Menem explicó por qué no tomó la decisión de prohibir el recital: “En el mundo, con toda seguridad, hubiera servido para que nos criticaran y nos tildaran de autoritarios”.
El cantante de la banda, Axl Rose, fue criticado por insultar a la Argentina. Por esa razón, algunos grupos de extrema derecha se reunieron en la puerta del hotel para agredir a sus fans. Tras estos hechos, Rose dio una entrevista para desmentir los rumores y pedir por favor que no agredan a sus fanáticos.