Por Luisina Arozarena

En un día que pasaría a la historia, la Argentina tuvo su primera transmisión televisiva. Fue el 17 de octubre de 1951. Pero, ¿qué era eso de la televisión que comenzaba a asomarse en los hogares argentinos? Para muchos, el nuevo medio de comunicación era un misterio, algo casi mágico, que prometía llevar imágenes y sonidos directamente a los hogares.

La televisión no era un invento nuevo en 1951. Ya había sido desarrollada y probada en otros países durante las décadas anteriores. Sin embargo, en la Argentina el concepto era todavía desconocido para la mayoría de la gente. Jaime Yankelevich, director entonces de Radio Belgrano y una de las figuras más influyentes en el mundo de los medios de comunicación argentinos, tenía una visión clara sobre el potencial de la televisión, un sistema de transmisión y recepción de imágenes con sonidos a distancia, que luego son convertidas en señales eléctricas y transmitidas a través del aire o por cables hasta los televisores, donde se transforman de nuevo en imágenes y sonidos que podemos ver y escuchar.

Gracias a sus viajes al extranjero y a su posición privilegiada dentro de la sociedad argentina, Yankelevich estaba familiarizado con esta nueva forma de comunicación y estaba decidido a introducirla en el país. Para llevar a cabo la primera transmisión televisiva en el país, se necesitó de una compleja infraestructura. Los primeros televisores, con sus pantallas pequeñas en blanco y negro, fueron la ventana hacia el futuro. De esta manera, la Argentina se sumó al selecto grupo de países que en esa época contaban con televisión, entre los que se encontraban Estados Unidos, Cuba, Brasil, México, Alemania, Gran Bretaña y Francia. 

Con una considerable inversión y con equipos ya disponibles en el país, se montó una antena de 50 metros de altura en la terraza del edificio del Ministerio de Obras Públicas, ubicado en la avenida 9 de Julio. Esta antena fue crucial para emitir las señales de televisión a todo el país, y permitió que las imágenes y sonidos capturados en el estudio de Radio Belgrano llegaran a los hogares argentinos.

En septiembre se llevó a cabo una prueba piloto y, un mes después, el 17 de octubre de 1951, se realizó la gran transmisión del discurso de Eva Perón –su renunciamiento a acompañar a Perón en la fórmula presidencial– que oficialmente inauguró el Canal 7.  

El pionero de la radio Enrique Susini y Jaime Yankelevich durante la primera transmisión televisiva.

Las cámaras utilizadas en esta primera etapa de la televisión argentina fueron manejadas por Enrique Telémaco Susini, quien ya había ganado reconocimiento como uno de “los locos de la azotea” debido a su innovador trabajo en la radio. Susini, Adolfo Agromayor y Gerardo Noizeaux fueron los encargados de capturar las imágenes que luego serían transmitidas a través de la antena.

Oscar Orzábal Quintana estaba a cargo del switcher, un dispositivo esencial que permite seleccionar entre diferentes fuentes de video durante la transmisión. Este equipo permitía alternar entre las distintas cámaras y otros recursos visuales en tiempo real, lo que enriquecía la calidad y la dinámica de las emisiones televisivas.

La primera transmisión televisiva en la Argentina no solo marcó el inicio de una nueva era en los medios de comunicación del país, sino que también representó un paso adelante hacia la modernidad y la globalización. Gracias a visionarios como Jaime Yankelevich, la televisión encontró su camino en el país, transformando para siempre la manera en que nos informamos, entretenemos y conectamos con el mundo.