Por Malena Telias

Hace unos días se cumplieron 39 años del estreno de Esperando la carroza, dirigida por Alejandro Doria, en el Cine Atlas de Buenos Aires. Con una trama entrañable y satírica, es considerada un hito en el cine argentino gracias al guion y un elenco de grandes estrellas al servicio de una película de culto. Entre los actores estaban Luis Brandoni, China Zorrilla, Antonio Gasalla, Julio De Grazia, Betiana Blum, Mónica Villa, Juan Manuel Tenuta, Andrea Tenuta y Lidia Catalano. Muchos ya no están, pero siempre serán recordados por haber formado parte de uno de los grandes clásicos argentinos.

La historia sigue a una familia envuelta en una serie de situaciones tragicómicas tras la desaparición –y supuesta muerte– de Mamá Cora, una mujer de 80 años a la que nadie quiere cuidar. La trama aborda el menosprecio hacia las personas mayores y lo miserables que pueden ser hijos y nueras mediante un tono grotesco y bizarro que dejó una marca indeleble en el inconsciente colectivo.

LAS CLAVES DEL ÉXITO

Varias líneas del guion quedaron fijadas en la mente de los espectadores. “Tres empanadas”, “Son los zapatos de mamá” y “Yo hago puchero, ella hace puchero; yo hago ravioles, ella hace ravioles”, entre otras, hoy forman parte del repertorio popular argentino, ayudando a que esta comedia perdure como un retrato vivo de las clases populares de las décadas de 1970 y 1980. Los diálogos, las vestimentas, las casas “chorizo” típicas de los barrios y las comidas –masitas, ravioles, puchero y flancitos– son parte del ideario de una familia tipo que parece detenida en el tiempo y logra que, a casi cuarenta años de su estreno, el público siga identificándose con las costumbres de los personajes. 

En una entrevista con Radio Nacional, Andrea Tenuta, quien interpretó a Matilde, la nieta de Mamá Cora, aseguró que el tono grotesco en ese momento era raro en el cine. Una cosa era el teatro, pero en el cine no había sido probado y, si bien los actores lo habíamos practicado, teníamos miedo“, recordó. Cuando la película se estrenó, en un principio no fue del todo bien recibida, pero con el tiempo logró convertirse en un clásico. “El guion impecable y sin fisuras y la inteligencia profunda de Alejandro (Doria, el director) lograron eso. Si la gente se acuerda de los diálogos, es porque se siente identificada de alguna manera“, agregó Tenuta.

EL LEGADO

Con los años hubo adaptaciones teatrales y hasta un documental, Carroceros, que reflexiona sobre las razones del fenómeno que se creó a partir del fandom. Además, en 1986 ganó los premios Argentores y el Cóndor de Plata a la Mejor adaptación, mientras que en 2011 la Fundación Konex le otorgó una Mención Especial.

El elenco de la adaptación teatral, con Martín “Campi” Campilongo como Mamá Cora.

La casa que albergó gran parte del rodaje –ubicada en Echenagucía 1232, en el barrio porteño de Versalles– fue nombrada Patrimonio cultural por su relevancia histórica y cultural. Actualmente los fanáticos realizan tours y pueden observar en el frente una placa donada por la Legislatura porteña en la que se lee: “En esta casa se filmó en 1985 la película Esperando la Carroza, del recordado director Alejandro Doria”.