Por 1º A TN
Se encuentra en el noroeste de Sudamérica, tiene una superficie total de 8.511.965 kilómetros cuadrados y, según datos del Instituto Brasileño de Geografía y Estadística, la población estimada es de 215.244.963 de habitantes, es decir, cuatro veces más que la de Argentina. Es una república federada, compuesta por 26 estados, cuya capital es Brasilia.
Junto a México, es la principal economía de Latinoamérica y el Caribe. Se destaca en la producción de materias primas, de bienes y de servicios, como proteína animal, aviones y turismo. Su campo industrial es el noveno más grande del mundo. No obstante, el país tiene altos índices de pobreza, actualmente del 28% de su población.
El 30 de octubre pasado, el líder del Partido de los Trabajadores (PT) y ex mandatario Luiz Inácio ‘Lula’ Da Silva resultó electo presidente en el marco de un reñido ballotage en el que se impuso con el 50,9% de los votos sobre el actual jefe de Estado, Jair Bolsonaro, de ultraderecha, que cosechó el 49,1% de los sufragios.
La asunción de Lula como mandatario el próximo 1 de enero podría ser favorable para la Argentina, dado la sintonía política que existe entre el PT y el Gobierno del Frente de Todos. En ese sentido, las expectativas de ambas gestiones están puestas en el reimpulso del Mercosur, de la debilitada Unasur y de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), bloque del que se auto excluyó por decisión de Bolsonaro. También, en la posibilidad de que Brasil sea la llave de acceso para la Argentina al llamado grupo BRICS, el bloque que Brasil integra junto a Rusia, India, China y Sudáfrica.
AMBIENTE
El Amazonas representa el 40% del bosque tropical del mundo, reúne el 25% de la biodiversidad del planeta y actúa como sumidero de carbono. Sin embargo, durante el Gobierno de Bolsonaro se desfinanció y desreguló la política estatal de conservación ambiental, lo que produjo un aumento de la deforestación en un 56% por año entre 2019 y 2021, por lo que se destruyeron 32.000 kilómetros cuadrados de selva. La gestión ambiental de Bolsonaro se contrapone a la implementada en su gestión por el expresidente Lula Da Silva que, entre 2005 y 2012, redujo la deforestación en un 80%, a partir de constantes monitoreos, controles y fiscalización para detener a los deforestadores ilegales.
Al ganar las elecciones presidenciales, durante su discurso de victoria, Lula prometió luchar por la “deforestación cero” en el Amazonas y dijo que retomará el control sobre las actividades ilegales en esa región, donde promoverá el desarrollo sustentable. “Brasil y el planeta necesitan de una Amazonia viva”, dijo.
GÉNERO
El movimiento feminista en Brasil es potente. En 2016, cuando se produjo el impeachment contra la por entonces presidenta Dilma Rousseff, fueron las mujeres las primeras en organizar las movilizaciones de denuncia contra el golpe institucional.
Durante el gobierno de Bolsonaro, el machismo se vio fortalecido, lo que acentuó la discriminación de género y los discursos de odio. Una muestra de ello fue el asesinato de la diputada afrofeminista y lesbiana Marielle Franco, ocurrido el 14 de febrero de 2018.
COVID-19
La gestión de la pandemia fue una de las peores del mundo. Bolsonaro subestimó públicamente al coronavirus al catalogarlo como una “gripecita”, no implementó el aislamiento, ni promovió el uso de mascarilla sino que, por el contrario, desde el Ministerio de Salud se recomendó el uso de medicamentos que no fueron considerados efectivos a nivel mundial. Durante los momentos más críticos de contagios, colapsaron los hospitales y se alcanzaron récords mundiales de muertes.
CONFLICTO RUSIA-UCRANIA
Sostiene una posición neutral frente a la guerra. Inclusive, durante todo el desarrollo del conflicto, reforzó los vínculos comerciales con Rusia. En marzo, el presidente saliente, Jair Bolsonaro, manifestó: “Nuestra posición es de equilibrio”.
VÍNCULOS CON ARGENTINA
Brasil tiene un estrecho vínculo con la Argentina: limitan geográficamente pero además comparten relaciones comerciales, políticas y sociales. Esto se refleja, entre otros aspectos, en el turismo: cuando el tipo de cambio favorece a la Argentina, es usual que las playas de Río de Janeiro y San Paulo se llenen de argentinos; a la inversa, cuando el tipo de cambio es beneficioso para Brasil, ciudades como Buenos Aires reciben grandes contingentes del país vecino.
En junio pasado se registró una suba de un 38% de exportaciones de Argentina hacia Brasil, que es uno de sus principales mercados, especialmente de vehículos automotores de pasajeros, trigo y centeno sin moler, vehículos automotores para transporte de mercadería y usos especiales, partes y accesorios de vehículos automotores y motores de pistón. El incremento interanual de las importaciones argentinas (55,1%) se explicó principalmente por aceites combustibles de petróleo y minerales bituminosos, vehículos automotores de pasajeros, minerales de hierro y sus concentrados y partes y accesorios de vehículos automotores.