Por Sofía Rossi Sauer
Mientras La Renga sonaba en Huracán y Skay Beilinson en Obras, Divididos coronó su paso por Villa Crespo con un gran show en el Movistar Arena, el sábado 5 de julio. La Aplanadora del rock brilló durante tres horas en una noche de emoción, historia del rock nacional e invitados de lujo.
Tras su primera función el 4 de julio, la banda integrada por Ricardo Mollo, Diego Arnedo y Catriel Ciavarella se presentó nuevamente con entradas agotadas, una puesta de escena colmada de visuales y un setlist que recorrió gran parte de su discografía. El recital inició con “Sobrio a las piñas/Quién se tomó todo el vino”, seguido por “Paisano de Hurlingham”. Además, la banda tocó acompañada por una sección de vientos en canciones como “Salir a comprar”, “¿Qué tal?”, “Crua chan” y “La rubia tarada”, estos dos últimos homenajes directos a la era Sumo y a Luca Prodan, a quien Mollo saludó con un beso al cielo reiteradas veces.
Uno de los momentos más emotivos de la noche surgió con la aparición de Ricardo Soulé, ex Vox Dei y pionero del rock argentino. Junto a Ricardo Mollo interpretaron “Presente”: “Para mí es un honor poder compartir este escenario con semejante grupo como los Divididos. Ellos han hecho mucho por este querido rock nacional”, dijo Soulé, conmovido.
Por otro lado, los marplatenses Científicos del Palo interpretaron junto a la Aplanadora del rock “Un alegre en este infierno” y “Sisters”. Como ya es casi una tradición en los recitales de Divididos, el folklore tuvo su espacio con el trío salteño Tres Mundos, que se unió a la banda para versionar “Guanuqueando” y homenajear a Mercedes Sosa, a pocos días de su cumpleaños, con una emotiva interpretación de “La flor azul”, escrita por Mario Arnedo Gallo, padre del bajista Diego Arnedo.
El baterista de la banda, Catriel Ciavarella, lució una remera que decía “El Hospital Garrahan no se toca”, en alusión al conflicto que atraviesa la institución pediátrica en medio de la crisis sanitaria y presupuestaria.