F. Maldarelli y S. Scharn
“Cuando contamos que nuestros hijos están desaparecidos, muchas personas, dicen: ´Por algo será´. Nosotras les contestamos con mucho orgullo: ‘Sí, fue por algo’”, afirma Taty Almeida, representante del ala Línea Fundadora de Madres de Plaza de Mayo.
Hija de un oficial de caballería, Almeida se crió en un ambiente muy hostil y desarrolló una personalidad muy fuerte, que sus compañeras destacan. “Éramos cuatro hermanos, tres mujeres y un varón. El varón fue coronel y mis hermanas se casaron con oficiales de Aeronáutica. Yo me casé con Jorge Almeida, el único civil de la familia, aunque tenía dos hermanos de Caballería. En fin, toda una familia militar”.
El brigadier Orlando Ramón Agosti, que fue parte de la Junta Militar que derrocó a Isabel Perón en 1976, fue padrino de uno de sus sobrinos, Leopoldo Galtieri, jefe de su hermano, y el general Ramón Camps, amigo de la familia. “Yo conocía a todos estos siniestros personajes”, confiesa. Desesperada por la desaparición de su hijo, Alejandro Martín Almeida, en 1975, y convencida por su circulo cercano de que el peronismo era el resposable, llegó a pensar en 1976 “al fin se van estos negros de mierda y vienen mis conocidos”. A sus 45 años, no imaginaba que ellos ya eran los que se encargaban de las desapariciones, incluso antes del golpe.
Su entorno no la hizo vacilar a la hora de luchar por los derechos humanos y a casi 40 años de la primera ronda de Madres de Plaza de Mayo, reivindica la lucha de su hijo y de sus compañeras: “Nosotras no nos apartamos del camino y seguiremos pidiendo Memoria, Verdad y Justicia”.
Pañuelo de Taty Almeida con el nombre de su hijo.
Taty se acercó por primera vez a una ronda de Madres de Plaza de Mayo en 1980. “Pensé que las demás me iban a creer una espía”, dice. Su familia llena de militares y su ideología antiperonista eran motivo suficiente para tener ese presentimiento. Luego de la desaparición de su hijo, abandonó sus viejos ideales y comenzó a luchar junto a las otras Madres por los 30 mil desaparecidos.
Luego de vivir en una Argentina gobernada por todas las inclinaciones ideológicas posibles, ella se siente en condiciones de afirmar que el kirchnerismo ha sido el primer gobierno que ha tratado la cuestión de los derechos humanos como política de estado.
En relación con el actual gobierno, cree que es increíble que Mauricio Macri cuestione la cifra de desaparecidos: “Es preocupante que tengamos un presidente que opine de esa manera, que insista y dude de la cifra”. Sostiene que esta gestión “trata de borrar todo lo que las Madres hicieron”.
Hoy, a sus 86 años, luego de su gran giro ideológico, Taty afirma: “Alejandro me parió a mi”. Cada vez que puede viaja por el país y por el mundo para predicar la lucha de todas sus compañeras y la lucha de Alejandro: “No quiero morirme sin antes tocar los restos de mi hijo”.