R. SOCOLSKY Y S. TESTINO
“Nora Cortiñas, Taty Almeida, Sara Rus son las más caretas, están metidas en todos lados”, dice Carmen Aguiar de Lapacó. Y se ríe. A sus 93 años, pertenece al grupo de Madres de Plaza de Mayo más longevo y mantiene vivo el recuerdo de su hija Alejandra, con quien fue secuestrada el 17 de marzo de 1977.
“Dicen que yo soy la culpable de que se haya separado Madres”, comenta. “Las primeras Madres fuimos nosotras, con Marta Vázquez. Después vino Hebe de Bonafini, queriendo apoderarse del trabajo que habíamos hecho. Por eso nos pusimos “Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora”. Además comenta que Bonafini “era muy mandona” y eso era algo que no podían soportar. “Hebe ocupaba todo”, sentenció.
Para Carmen, Madres significó: “Perder a mi hija y protestar”. Cuando la liberaron de El Atlético, el centro clandestino de detención en el que estuvo secuestrada junto a su hija durante tres días, lo primero que hizo fue emprender una lucha solitaria. Tramitó varios habeas corpus, todos negativos, y se presentó en el Ministerio del Interior, donde tampoco obtuvo respuesta. Para mediados de abril de 1977, se enteró que existía un grupo de madres que buscaba a sus hijos desaparecidos. Así, un jueves por la tarde, se acercó a las escalinatas de la Catedral y las conoció. Ese día la lucha individual se convirtió en una lucha colectiva.
“La gente nos veía ahí, a esas mujeres dando vueltas con pañuelos en la cabeza y preguntaban: ‘¿Quiénes son ustedes?’, y nosotras decíamos: ‘Las madres que les han secuestrado a sus hijos’. Una vez, un señor, si se le puede llamar señor, nos dijo: ‘¡Vayan a lavar los platos!’, y yo me aguanté las ganas de pegarle y le contesté: ‘Tranquilo usted, esta noche va a comer con los platos limpios’. Los hombres siempre pensaron que nada más servíamos para la cocina”, recuerda.
Su avanzada edad no le corta los hábitos de lectura. Disfuta de leer Página 12 por las mañanas y los cuentos de Eduardo Galeano antes de dormir: “Es un escritor muy bueno”. Hasta hace unos años trabajaba en seis organismos distintos, entre ellos el Centro de Estudios Legales y Sociales —CELS—, del que se considera una fundadora: “Cuando crearon el CELS no tenían plata para pagarle a una secretaria, entonces hablé con Emilio Mignone y le dije ‘yo trabajo gratis, pero ponganme como fundadora’”.
Proviene de una familia muy interiorizada en la política, su padre era diputado nacional por la provincia de San Juan y pertenecía al ala radical del peronismo, por lo que las cuestiones sociales siempre estuvieron presentes en su ideario. Para Carmen, Mauricio Macri, presidente de la Nación, es “el innombrable”. “A alguien que gobierna para los ricos y no para los pobres, ni para la clase media, nosotros no lo queremos”. A diferencia de lo que le sucedía con el ex presidente Néstor Kirchner, quien fue “un compañero desde el primer momento” y “siempre tuvo presentes a las Madres”.
“La lucha queda en manos de las madres, de las hermanas, de las hijas, de los hijos, va resurgiendo. Cuando surgió H.I.J.O.S. yo supe que había esperanza, que esto no iba acabar, que siempre va a haber alguien que la continúe”.