Por S. SCHARN Y R. SOCOLSKY
Por S. Scharn y R. Socolsky
“Para mí todo es un negociado, una obra innecesaria, absurda y tremendamente cara que, por el único objetivo que se hace, es para recolectar coimas”, dijo a Publicable el sindicalista y líder del cuerpo de delegados del ferrocarril Sarmiento, Rubén El PolloSobrero, en relación con la obra del soterramiento del Sarmiento, que se inició en 2006 y tiene fecha incierta de finalización.
La historia del soterramiento del Ferrocarril Sarmiento se remonta a la licitación de la obra, que se realizó en 2006, durante la gestión de Néstor Kirchner, y a su adjudicación, dos años más tarde. El contrato lo ganó una “unión transitoria de empresas” (UTE), que integraban la compañía argentina IECSA -por entonces propiedad de la familia Macri-, la italiana Ghella, la brasileña Odebrecht y el binomio español Comsa-EMTE.
Según reveló recientemente una investigación del periodista Hugo Alconada Mon publicada en el diario La Nación, tres de las cuatro empresas que integran el UTE que ganó el proyecto para soterrar el Sarmiento pagaron sobornos a un testaferro del ex Secretario de Transporte Ricardo Jaime, desde antes de que se llamara a licitación, incluyendo a la constructora IECSA, que por entonces pertenecía a Franco Macri, el padre del Presidente.
UN PROYECTO HISTÓRICO
El Ferrocarril Sarmiento une la Capital Federal con la zona oeste del Gran Buenos Aires. Transporta 380 trenes diarios con casi 10 millones de pasajeros al mes yposee un total de 50 pasos a nivel, a los que se suman 29 pasos peatonales. Entre 1995 y 2012, el servicio estuvo a cargo de la empresa Trenes de Buenos Aires. El 24 de mayo de 2012 el contrato fue rescindido tras la denominada Tragedia de Once, el accidente ferroviario ocurrido en febrero de ese mismo año, en el que cual fallecieron 51 personas.
El proyecto de soterrar el Ferrocarril Sarmiento entre las estaciones Caballito y Liniers data del año 2000, cuando el gobierno de la Ciudad estaba en manos de Aníbal Ibarra, quien un año más tarde elevó al gobierno nacional los pliegos de la licitación para realizar el soterramiento entre Hidalgo y Avenida Corro. Se construirían 5.600 metros de túnel, se eliminarían 21 barreras (entre vehiculares y peatonales) y costaría 84 millones de pesos. Asimismo, en una segunda etapa, preveía soterrar el tramo entre Avenida Corro y Avenida General Paz.
“Es una obra importante y costosísima, pero más importante que costosa, porque los ferrocarriles cortan el paso a muchos centros urbanos”, opinó Ibarra, al ser consultado por Publicable.
Entre 2006 y 2008 el entonces presidente Néstor Kirchner estuvo muy presente en la obra. Primero presidió el acto de licitación para obras de soterramiento y cerramiento del ferrocarril Sarmiento junto al entonces titular de la cartera de Planificación, Julio De Vido. Según el controvertido exministro, el presupuesto empezó en 1500 millones de pesos.
En el año 2011 el Gobierno Nacional lanzó al mercado el fideicomiso para el financiamientodel soterramiento del corredor del ferrocarril Sarmiento, mediante la emisión de deuda garantizada con los activos que genera la recaudación del impuesto al gasoil. También llegó al país la tunelera alemana Herrenknecht, preparada para avanzar con un ritmo de 20 metros por día en la obra.
A partir de 2012 la construcción comenzó a pararse y hacerse cada vez con mayor lentitud, hasta que el proyecto se estancó. Recién cuatro años después, bajo la presidencia de Mauricio Macri, se anunció la reactivación de las obras. La empresa Ghella sería la responsable de la ingeniería, mientras que IECSA -ahora en manos del primo de Macri, Ángelo Calcaterra- se sumaría a la construcción, al igual que Odebrecht, que ya era investigada en Brasil por el Lava Jato. La inversión sería de $45.000 millones, con $300 millones en 2016, $ 8.940 millones anuales en 2017 y 2018, y $ 28.820 en años siguientes.
Confrontación entre Ibarra y Sobrero
Las dos caras de este proyecto, los que lo llevaron a cabo y los que defienden a los intereses ferroviarios, dejaron en la mesa sus claras diferencias.
Ibarra comenzó diciendo que el soterramiento es una de las obras más importantes y considera que su gestión al respecto fue un éxito, ya que su trabajo consistía en techar los primeros 700 metros y, según él, lo lograron.
A lo que El Pollo le respondió: “Aníbal Ibarra es una persona que por suerte no conozco y ojalá que nunca se olvide que fue el responsable de 194 muertes” (en alusión a la Tragedia de Cromañón). Además agregó que esta obra no es de suma importancia y que “se podrían haber hecho obras más preponderantes, como los 52 pasos a niveles, y no hubiesen costado ni la décima parte de lo que salió el negociado del soterramiento”.
