Por Franca Quarneti

Un día normal de trabajo para un repartidor durante la pandemia es como antes, pero peor”, dice Félix con su caja de Pedidos Ya en la espalda. Tiene 20 años y teme dar su apellido por las represalias que podría tomar la empresa. Además, como parte de su compromiso político, el joven milita en el PTS-Frente de Izquierda y es parte de la Red de Trabajadores Precarizados.

El sistema de las plataformas digitales está pensado para que el trabajador, lejos de ser su propio jefe, sea su propio explotador”, continúa. Es que, a pesar de estar arriesgando su salud, los trabajadores siguen cobrando una comisión promedio de 50 pesos por envío. Y como las empresas los consideran trabajadores autónomos, no se encargan de garantizarles las mínimas condiciones de higiene y seguridad contra la covid-19.

No nos han dado ni un alcohol en gel”, denuncia Félix. “A los trabajadores les mandaron una difusión para que fueran a buscar el sanitizante. Los repartidores tuvieron que ir corriendo hasta los locales porque no alcanzaba para todos. Si llegaste, bien; si no, te jodiste”. Christian Leiva, de la Asociación Sindical de Motociclistas Mensajeros y Servicios (ASiMM), sindicato que representa a una porción de los repartidores de plataformas, alerta: “Podemos ser los que llevan el virus a la puerta de la casa de los consumidores, porque no existe un protocolo de cómo manejarse en el día a día con respecto a los contagios”.

Otro de los problemas es la intensificación del trabajo, lo que implica bonos e incentivos para que más trabajadores se incorporen a la actividad. “Se modificaron las bases de pago, por lo tanto, los trabajadores trabajan más horas. Si trabajan muchas horas y reciben todos los pedidos, van a poder acceder a los bonos. En cambio, los trabajadores que hacen pocas horas hoy están ganando mucho menos que antes”, explica Juan Manuel Ottaviano, abogado de la Asociación de Personal de Plataformas (APP), el primer sindicato de plataformas digitales de América.

También, durante la cuarentena aumentaron los casos de repartidores comprometidos involuntariamente en el narcomenudeo. En caso de ser detenidos, son considerados responsables por su supuesta condición de trabajadores independientes. “Vos podés mandar lo que sea por una bici o por una moto, a donde sea. Si alguno de los repartidores tiene alguna sospecha, es muy difícil obtener feedback de la plataforma, porque estas tienen respuestas automáticas. Cuesta muchísimo conseguir hablar con un ser humano”, relata Leiva. “Ellos tienen tres caminos: o hacen la denuncia en la policía, con todo el tramiterío que implica, tirarlo o entregarlo. Pero si lo entregás, terminás siendo culpable de narcotráfico. La plataforma nunca queda ligada, nunca se hace cargo”.

Así las cosas, es sumamente difícil calcular cuántas personas se encuentran en esta situación. La cifra total de repartidores se deriva de las estimaciones que hacen las empresas, que no tienen en cuenta las distintas subcategorías: no es lo mismo hablar de aquellos que se conectaron en el último período, que de quienes hacen más de 20 horas o de los que hacen el equivalente a una jornada completa. “Las empresas hablan de 100 mil trabajadores. Para nosotros es exagerado, pero como no están registrados porque son considerados autónomos y sólo tienen monotributo, no se puede saber exactamente. Desde la APP calculamos que unos 40 mil trabajadores hacen el equivalente a una jornada completa”, afirma Ottaviano.

Todos coinciden en que su objetivo es el reconocimiento de la relación de trabajo que une a las plataformas con los repartidores: “Esa es la mejor forma que ellos tienen para pelear por sus derechos, desde vacaciones pagas hasta un aguinaldo, pasando por poder percibir un sueldo si no están trabajando por alguna licencia médica o por ART”, justifica Leiva. Mientras tanto, la Red de Trabajadores Precarizados demanda un aumento del 100 por ciento de las comisiones, lo que representaría, en el caso de Pedidos Ya, un aumento de 55 a 110 pesos.

Mientras, desde ASiMM sostienen: “El reclamo casi histórico es que el Gobierno de la Ciudad haga cumplir la ley. Tanto el subsecretario de Trabajo de la ciudad, Ezequiel Jarvis, como el secretario de Transporte, Juanjo Méndez, y el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, son cómplices de estas plataformas”. Y desde APP se esperanzan: “Tuvimos oportunidad de dialogar con el actual ministro de Trabajo de la Nación, Claudio Moroni. Por suerte nuestras propuestas fueron bien recibidas, y entiendo que estamos próximos a que se avance en una regulación”.