Por Imanol Lostra Kolb y Mariano Malkind

Antes de cumplir los diez años, Evita se mudó a Junín con su familia en busca de mejores oportunidades laborales. “Viviendo allí Eva le pidió a la madre ir a Chacabuco a un concurso de recitado de poesía. Esto motorizó su posterior llegada a Buenos Aires en 1935”, cuenta Damián Cipolla, investigador y miembro del Instituto Nacional de Investigaciones Históricas Eva Perón desde el 2004 y uno de los autores del libro “La Embajadora de la Paz”, que aborda la gira internacional de Eva Perón.

Su llegada a la capital coincidió con una severa crisis del teatro argentino. A pesar de esta situación, con sólo quince años y a pocos días de su llegada comenzó a trabajar, aunque no tenía preparación previa. “Comienza en la compañía Argentina de Comedias, que era encabezada por Eva Franco. Allí, Eva Duarte comenzó haciendo papeles de reparto que consiguió por selección”, agrega Cipolla. Su primera aparición en público fue el 28 marzo de 1935 en “La Señora Pérez”, obra escrita por Ernesto Mersili y dirigida por Joaquín de Vedia que se estrenó en el teatro Comedias.

Tiempo después, salió de gira teatral y durante cuatro meses recorrió varias provincias de la Argentina, como Santa Fe, Mendoza y Córdoba. Sin embargo, cuando retornó a Buenos Aires, Eva sufrió la falta de trabajo y sobrevivió gracias a sus compañeras de pensión que la ayudaban económicamente

Evita modelo, retratada por Anne Marie Heinrich en 1939.

Hacia mayo de 1939 el radioteatro estaba en pleno auge. Evita estaba a días de cumplir 20 años y la empresa de jabones para la que trabajaba su hermano Juan, y para quien Evita ya había grabado algunas publicidades radiales, la eligió como protagonista de un nuevo auspicio de la marca en un importante programa radial. Con este anuncio, se le abrieron las puertas del radioteatro definitivamente”, explica Cipolla. Además, comenzó a trabajar como modelo en la empresa Linter Publicidad. De esa manera, la joven empezó a ocupar un lugar privilegiado en el ámbito artístico.

En 1940, formó parte del filme “La Carga de los Valientes”, dirigido por el chileno Adelqui Millar y una de las películas argentinas más costosas producidas hasta ese momento. Ese mismo año fue la despedida de Evita de los escenarios. Tras realizar dos obras -“Corazón de Manteca”, de Ricardo Hicken, y “¡La plata hay que repartirla¡”, de Antonio Botta-, abandonó definitivamente las obras de teatro. Entonces, se enfocó de lleno en la radio y el cine. Entre el radioteatro y las películas, Eva finalmente logró estabilizar su situación económica. 


Retrato de Eva Duarte por Sivul Wilenski

Por esos años, el trabajo radial no estaba sindicalizado y Eva era consciente de eso. Si bien formaba parte de la Asociación Argentina de Actores desde 1938, en 1944 creó el primer sindicato de trabajadores radiales, la Asociación Radial Argentina, de la cual fue presidenta.

En 1945, cuando Eva se casó con Perón, su vida dio un giro y pasó a cumplir un papel fundamental en la política nacional. “Es por eso que la última película que hizo, ‘La Pródiga’, de 1945, fue proyectada recién en 1984. Aunque no por una decisión de Perón ni de ella, sino porque ya cumplía otro rol y el propio estudio de filmación no la proyectó. En esta película tiene un papel más importante, los otros papeles son más de reparto”, concluye el historiador.

La actriz Libertad Lamarque (1908-2000) fue compañera de set de Eva Perón. En 1945 filmaron juntas “La cabalgata del circo” y en aquel rodaje, en el que supuestamente Libertad le habría pegado una cachetada a Eva, nació el mito de su mala relación.