Por Tomas Bulla y Jerónimo García Beraudi

El pasado jueves se gestó un escándalo diplomático que desgastó las relaciones bilaterales entre Chile e Israel luego de que el presidente chileno Gabriel Boric se negara a recibir las cartas diplomáticas de Gil Artzyeli, embajador israelí, en el Palacio de la Moneda.

A pesar de que el gobierno chileno no emitió ningún comunicado oficial, se presupone que el hecho se debe a la muerte de un adolescente de 17 años el mismo jueves en la región de Yenín, en el norte de Cisjordania, producto de un ataque militar israelí. Aunque autoridades gubernamentales chilenas aseguraron que lo ocurrido fue simplemente una postergación, la explicación no fue bien recibida en Tel Aviv. El vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel dejó en claro en un comunicado la gravedad del hecho.

Chile es el país con mayor comunidad palestina fuera del mundo árabe, con 500.000 personas, y el accionar de Boric generó un gran apoyo en el pueblo palestino: “Acogemos con beneplácito la posición del presidente chileno, que está en línea con el derecho y las resoluciones internacionales, y apreciamos esta posición destinada a ejercer presión sobre el Gobierno israelí para que detenga sus continuos crímenes diarios contra nuestro pueblo”, expresó Ahmad al-Deek, asesor del ministro de Relaciones Exteriores palestino, citado por la prensa.

Anteriormente, Boric había cuestionado al país de Medio Oriente y su accionar militar en la Franja de Gaza y Cisjordania. Sin embargo, es la primera vez que ocurre un hecho de tal magnitud que podría romper las buenas relaciones diplomáticas entre ambos países.

A la polémica diplomática generada por el accionar del jefe de Estado Chileno se suma el repudio de la comunidad judía en Chile, que calificó el incidente como “antisemita” en un comunicado a través de sus redes sociales y exigió unas disculpas públicas.

A pesar de las conjeturas políticas posibles, esto parecería estar muy lejos de un quiebre en las relaciones diplomáticas: “Gabriel Boric es muy consecuente como figura política siempre se ha caracterizado por priorizar las instancias de diálogos”, explica Mario Solís Cid, de Tevex TV.  “Esto no es un punto de quiebre, en todo caso es un llamado de atención, esta es una forma de invitar a la reflexión. La solución es incentivar a que se llegue en buenos términos a una paz diplomática, como se ha caracterizado hasta ahora el gobierno de Gabriel Boric”, desarrolló el periodista.

Edición: Emiliano Attadia