Por Sol Marina y María Sol González Álvarez
A una cuadra de la Facultad de Medicina, unas estudiantes gritan en la puerta de Fénix, un nuevo café en el barrio de Balvanera. Mientras esperan su pedido, hablan sobre el parcial con un volumen de voz elevado, para que todos se enteren de que estudian. El local queda en Córdoba y Junín, justo frente a la Morgue Judicial, y es de los pocos establecimientos de gastronomía que se destacan en la zona.
Si la mayoría son locales de comida rápida, en Fénix se disfruta el café de especialidad, las medialunas con varios pliegues y las cookies. También se destaca, en la esquina de Ayacucho y Tucumán, Amarante Bici-Café, un taller de bicicletas que también ofrece café de especialidad, medialunas y budines para mitigar la espera.
Balvanera nunca permanece en silencio. El sonido es constante porque es un barrio lleno de autos y personas. El murmullo de las voces se mezcla con el ruido de colectivos, bocinas y persianas de locales que se abren y cierran. El ruido persiste, al igual que una humedad porteña que siente en lo pegajoso del cuerpo y en el disgusto de los pasajeros que salen del subte B en Avenida Corrientes o del subte D en avenida Córdoba.
Desde Junín y Corrientes hasta la avenida Pueyrredón se destacan los locales con vestidos para casamientos y cumpleaños de 15. Suelen abrir a las 10 de la mañana, pero sus maniquíes siempre están dispuestos a exhibir los diseños. A unas cuadras comienzan a aparecer los rollos de tela y los elementos de cotillón. A diferencia de los vestidos, las telas y los disfraces se pueden tocar para apreciar las texturas y observar de cerca sus colores.
Es un barrio conocido por su antigüedad, pero que sabe adaptarse a los cambios. Balvanera cuenta con puestos de diarios, librerías con colecciones viejas, libros de medicina y revistas que tienen en primera plana a famosos de esta y otras épocas. Durante el recorrido se siente el olor a sahumerio y empanadas fritas, las texturas de los rollos de telas y el ruido persistente. Más allá de sus rituales, Balvanera cambia según la hora del día.