Por Bianca Salvatore
El último Tedeum se conmemoró el 25 de mayo en la Catedral Metropolitana y contó con la participación de buena parte de la cúpula de La Libertad Avanza, incluyendo al presidente Javier Milei. Su relevancia en las agendas de los distintos gobiernos es el síntoma más evidente del peso histórico de una ceremonia cuyos orígenes se remontan hasta antes de que la Argentina consiguiera su independencia.
El Tedeum es un cántico cristiano que se entona en ceremonias como la coronación de un rey o un papa. Durante la época colonial, en el Virreinato del Río de la Plata se lo usaba como forma de reconocimiento de la máxima autoridad religiosa hacia el virrey. Pero esto cambió a partir del 25 de mayo de 1810, cuando se convirtió en símbolo del nacimiento de la patria argentina y, a partir de entonces, en un evento central de las fechas patrias. Solo durante los períodos dictatoriales se suspendió la celebración.
El único presidente que no participó del Tedeum fue Juan Domingo Perón en 1955, debido a sus diferencias con la Iglesia. Otros mandatarios, en cambio, ensayaron modificaciones. Uno de esos casos se dio en 1910, a cien años de la Revolución de Mayo, cuando el presidente José Figueroa Alcorta participó del Tedeum junto con la infanta Isabel de Borbón y Borbón. Otro, en 1973, con su celebración el mismo día de la asunción de Héctor Cámpora. Un escenario similar se presentó en 2003 con la llegada al gobierno de Néstor Kirchner.
Ese Tedeum de 2003 estuvo liderado por el entonces arzobispo de la ciudad de Buenos Aires, Jorge Mario Bergoglio. Tanto Néstor Kirchner como Cristina Fernández no volvieron a participar de la ceremonia en la Catedral porteña debido a las tensiones con Bergoglio y eligieron celebrarla en distintas ciudades de todo el país. CFK recién volvió a participar del Tedeum en la Capital en 2014, cuando Bergoglio ya era Papa y Mario Poli había asumido como arzobispo.
En 2015, Mauricio Macri conmemoró el Tedeum el 11 de diciembre, un día después de asumir la presidencia, con el fin de recibir bendiciones como la nueva autoridad máxima de la Argentina. Fue la primera vez que no se conmemoró en una fecha patria. Otra excepción se dio durante la pandemia de covid-19, ya que fue un evento privado debido a los protocolos de distanciamiento social. En las grabaciones se puede ver al entonces presidente, Alberto Fernández, usando barbijo durante toda la ceremonia.
