Por Bianca Salvatore y Martina Suárez
El movimiento feminista NiUnaMenos marcha este miércoles en el Congreso para honrar la fecha de su primera marcha y los diez años del movimiento, además de continuar la lucha para que los derechos de las mujeres sean respetados. La movilización de este año tiene se realiza un día después de la fecha original (3 de junio) para unirse a los reclamos de los jubilados, los científicos del Conicet y los trabajadores y pacientes del Hospital Garrahan.
LOS COMIENZOS
3 de junio de 2015. Una multitud de mujeres de todas las edades colmaron las calles de la ciudad de Buenos Aires bajo la consigna “Ni Una Menos”. Este fue el principio de una marea que se volvió un movimiento, una red. NiUnaMenos no nació de la nada, sino como respuesta a la violencia machista, que se volvía cada vez más insoportable. Las mujeres no podían callar. La gota que colmó el vaso fue el femicidio de Chiara Páez, una adolescente de 14 años asesinada por su novio, Manuel Mansilla, el 10 de mayo de 2015 en la localidad de Rufino, provincia de Santa Fe.
“Actrices, políticas, artistas, empresarias, referentes sociales… mujeres, todas. ¿No vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO“, decía el tuit de la periodista Marcela Ojeda, que revolucionó las redes con su pedido de justicia. El mensaje recorrió todo el país e inspiró a miles de mujeres a realizar una convocatoria que finalizó con aquella primera marcha de NiUnaMenos.

La convocatoria incluyó una encuesta vía redes sociales cuyos resultados patentaron la angustia y el pedido de auxilio de las tantas personas que eligieron marchar: el 75 por ciento votó que estaba al tanto de la primera marcha; de ese total, el 81,4 por ciento eran mujeres y el 84,7, jóvenes. El 51 por ciento de los encuestados aseguró estar interesado en participar en la convocatoria. Nueve de cada diez votantes se posicionaron a favor de la movilización.
LA MARCHA
La primera movilización fue un éxito y contó con la participación de 200 mil personas. Cinco años después, una de las impulsoras del movimiento, Marcela Ojeda, rememoró con emoción el primer NiUnaMenos en una entrevista con Infobae: “No se veía la calle ni el gris del asfalto. Solo gente, banderas y más gente. Lo que sentí esa noche no volví a sentirlo nunca más en mi vida y no creo que lo vuelva a sentir”.
La entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner se sumó a la convocatoria a través de sus redes sociales: “Mañana miles de mujeres marcharán bajo la consigna #NiUnaMenos contra la violencia de género. Violencia que encuentra su máxima expresión en la agresión corporal, en la violación y en la muerte. Pero que no son las únicas. Hay otras previas, anteriores, que van creando silenciosamente las condiciones del golpe final”.

Las mujeres marcharon en cada rincón de la Argentina. Todas las provincias tuvieron más de un lugar de encuentro. En Rosario se concentraron más de 20 mil personas frente al Monumento a la Bandera. En Córdoba se estimó que participaron más de 30 mil personas, al igual que en La Rioja. En Jujuy se congregaron miles de personas en la plaza Belgrano reclamando la Ley Nacional 26.485 de Protección Integral contra la Violencia hacia las Mujeres. En Rufino, los vecinos de Chiara Páez se reunieron para reclamar justicia.
Las movilizaciones traspasaron fronteras: #NiUnaMenos se volvió tendencia en redes sociales en Uruguay, Chile, México y otros países. En Uruguay hubo movilizaciones en distintas ciudades bajo el lema “Ni una muerta más, ni una mujer menos”, en contra de los femicidios, la violencia de género y el machismo, una realidad que se vive en todas partes del mundo. La Red Chilena contra la Violencia hacia las Mujeres también convocó una manifestación frente al Palacio de La Moneda en Santiago de Chile en repudio a la alta tasa de muertes por femicidios.
EL PRESENTE
Pasó ya una década desde la primera movilización y, si bien muchas cosas cambiaron, otras siguen igual. Durante estas semanas se volvió a escuchar el pedido de justicia de miles de mujeres: Tamara Fierro, Paola Vargas y Angelina Judith González fueron asesinadas en un lapso de 21 días. Ocurrió en la gestión de un gobierno que opaca y acapara cada espacio habitado y liderado por mujeres. Un gobierno que niega la existencia de femicidios y lesbicidios y con medios de comunicación que volvieron a usar la expresión “crimen pasional”. En un panorama oscuro y terrorífico, las mujeres salen otra vez a luchar a las calles, pero esta vez acompañadas por jubilados, profesores, estudiantes, científicos, residentes y profesionales de la salud que empezaron a reclamar por sus derechos vulnerados.