Por Martina Fernández Souto
“La inteligencia artificial es un artificio para producir en el otro la sensación de que se está frente a un organismo de inteligencia, se trata de un engaño para hacerle creer al que está frente a la máquina que esa máquina tiene un comportamiento que puede ser asimilable a una inteligencia humana”, afirma Gustavo Guaragna, socio fundador, presidente y CEO de la empresa de transformación digital Snoop Consulting y docente de la materia del posgrado Dirección de Proyectos IA en la Universidad del CEMA.
Desde 2020, Guaragna es convocado como especialista en inteligencia artificial por diferentes medios y participa regularmente como columnista en Radio la Red y en el canal de streaming AhoraPlay. El empresario sostiene que “la IA no tiene opinión ni estilo, pero se le puede pedir que escriba con el estilo de Borges y una perspectiva posmarxista, y lo va a escribir así”.
–¿De qué manera la inteligencia artificial está transformando la forma en que se produce y se consume el periodismo?
–Lo que tuvo el principal efecto “bomba” fue el tema de las redes sociales e internet. Google probó con un modelo particular y empezó a usar métodos de inteligencia artificial no solo para encontrar la página, sino también para saber qué estabas queriendo buscar. Esto cambia el periodismo porque se empieza a escribir para engañar al algoritmo, para que tu artículo aparezca primero. Hoy es difícil encontrar contenido que sea sustancioso porque se escribe para el clic. Hay una parte del trabajo del periodista que cada vez va a ser más reemplazada. Se ve con los correctores: antes una editorial tenía diez veces más correctores que hoy. Eso se resuelve fácilmente con inteligencia artificial, pero nunca va a reemplazar al especialista.
–¿Por qué se escribe para el clic?
–Por dos cosas: una es para que te lo indexe bien y aparezca rápido y arriba, y la otra es para que la gente vea el titular y cliquee. Es una práctica que se hacía desde siempre con los titulares en el diario, pero ahora está llevada a un extremo de amarillismo porque vos cobrás solo si alguien entra en tu artículo, dado que va a ver la publicidad. Es muy nefasto cómo cambió la forma en que se arman los contenidos: cambió la manera de escribir, cómo consumen los lectores y la manera de producir y difundir todo tipo de fake news. Va a ser muy difícil encontrar contenido significativo en la red. Hay más información de la que podemos consumir, pero a ese problema se suma que hay mucha información basura que solo es un recorte.
–¿Cómo afecta la viralización a la calidad del contenido?
–El gran cambio es TikTok, porque en Instagram el algoritmo premia la monetización, lo que más plata le va a dar. El de TikTok, en cambio, quiere usuarios enganchados y premia el contenido más popular. Y en ningún caso importa si hay algo de veracidad en eso. Creo que va a haber un desafío enorme en cómo construir la audiencia: si hacés música y la subís a Spotify, cómo hacés para que la escuchen más de dos personas. Y si querés viralizarlo, tenés que caer en el código de “viralización” de las redes y hacer algo que sea efímero, más minúsculo y preparado para ser viralizable. Fijate cómo fue la campaña que hizo el presidente actual en TikTok. El que hizo la estrategia era un chico, pero tenía superclara la receta para hacer videos virales. Hoy funciona el contenido en la medida en que le guste a otro y reaccione; no hace falta ser periodista para generar contenido y crear audiencia.
–¿Cómo puede la IA ayudar a combatir la desinformación y las noticias falsas en el periodismo?
–La inteligencia artificial es una máquina de hacer fake news. Va a ser muy difícil generar noticias chequeables y va a haber un trabajo que tiene que hacer el periodista. Puede usar las herramientas para investigar, pero hacer buen periodismo va a requerir más trabajo de corroboración de fuentes, de pensamiento crítico y de una cuota de originalidad. Por otro lado, depende del tipo de periodismo que se haga: si es periodismo de investigación, puede que tenga algunas herramientas. Frente a lo que puede ser una fake news, como periodistas hay que hacer un esfuerzo extra chequeando las fuentes. Así, las firmas reconocidas van a tener más valor. Hoy tenés un montón de herramientas para producir fake news. Es una de las amenazas más grandes y actuales ya que son herramientas abiertas, gratuitas y anónimas. La solución que busca la inteligencia artificial es crear algún tipo de marca de agua en el contenido, pero por cuestiones técnicas va a ser cada vez más difícil que una máquina distinga si lo que hizo otra es inteligencia artificial o no.
–¿Qué ventajas y desventajas tiene el uso de la IA para la generación de noticias?
–La inteligencia artificial genera un contenido, lo escribe de una manera muy correcta y sin errores de ortografía, e incluso se le puede pedir algunas cosas para que sea más viral. Lo más interesante para el trabajo es que puede ayudar si estás con un bloqueo y no sabés por dónde empezar. Además, sirve para resumir cosas muy largas o textos con palabras difíciles y traducir a otro idioma. La desventaja es que el producto final va a tener poco valor. A su vez, el uso de emojis limitó la producción de lenguaje, ya que hablamos con menos palabras. Esa falta de diversidad le quita expresividad al lenguaje. Usar mucho la IA trae consecuencias, porque vas perdiendo habilidades. Hoy hay gente que no se maneja en la calle sin Google Maps porque se pierde. Está bueno estar atento a esas cosas para usarlas, pero sin debilitarse y que sea por elección.