Por Sofía Mansilla
Las elecciones presidenciales fueron noticia en todo el mundo: la vuelta del peronismo a la Casa Rosada generó tanto felicitaciones como enojos en distintos líderes, todo en un contexto social y económico regional que no atraviesa su mejor momento, con crisis políticas en Chile, Bolivia y Venezuela. ¿Qué posición tomará el futuro gobierno con esos países?
La victoria de Alberto Fernández y Cristina Kirchner recibió el saludo, entre otros líderes latinoamericanos, del ex presidente brasileño Lula da Silva, quien desde la cárcel -donde está preso por presuntos delitos de corrupción- agradeció al Ejecutivo electo el pedido por su liberación.
Distinto fue el caso del presidente brasileño Jair Bolsonaro, quien al otro día de conocerse los resultados declaró, fiel a su estilo, en contra del kirchnerismo. “No pretendo felicitarlo”, expresó el ex militar, antes de afirmar que la “Argentina votó mal” y que “está preparado para lo peor”. No es de sorprender esa postura, ya que siempre se manifestó abiertamente a favor de Mauricio Macri e incluso amenazó varias veces con suspender a la Argentina en el Mercosur ante un triunfo peronista.
En esa línea, la Cumbre de Jefes de Estado del Mercosur en Brasil está pautada para el 5 de diciembre, cinco días antes de que Macri deje la Rosada. El dato importante es que Bolsonaro adelantó la fecha para no cruzarse con Alberto Fernández.
“El triunfo de Alberto Fernández expresa, en forma distorsionada, una ‘derrota’ para el neoliberalismo”, afirma el politólogo argentino Gonzalo Rojas, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Federal de Campina Grande de Brasil, para quien las diferencias ideológicas pueden generar algunas disputas iniciales. “Pero no creo que se basen en cuestiones comerciales porque, independientemente de los discursos, ambas economías están muy relacionadas entre sí”, analiza.
El 50 por ciento de ese flujo comercial proviene del sector automotor, que junto con el azucarero está afuera del Mercusur. “La clase dominante de Brasil, como los dueños de las automotrices, no estaría contenta si se rompen las relaciones políticas con la Argentina, sabiendo además que Fernández está lejos de ser comunista”, observa el politólogo.
Como si las declaraciones del mandatario brasileño no hubieran sido suficientes, su hijo, el diputado federal Eduardo Bolsonaro, se burló en Twitter de Estanislao Fernández, el hijo del presidente electo, por vestirse como drag queen. Fue a través de un posteo que incluía fotos de ambos con la leyenda “esto no es un meme”.
El hijo del futuro presidente respondió en la misma red social: “Estamos juntes en esta lucha. Recuerden que el amor siempre vence al odio y entre nosotres nos tenemos que cuidar siempre”.
Crisis regional: las posturas de Fernández y Macri
América Latina está convulsionada debido a las crisis internas de varios países. Tal es el caso de Venezuela, cuya inflación ronda el 200 mil por ciento anual, que divide aguas entre las dirigencias políticas del mundo.
Macri dijo en reiteradas ocasiones que el gobierno de Nicolás Maduro “es una dictadura” y un régimen tirano, mientras que Fernández, si bien afirmó que Maduro fue elegido por los venezolanos, no quiso posicionarse abiertamente a su favor. “Venezuela va a seguir siendo un tema de gran disparidad. Hay que ver qué articulación de política exterior le da el gobierno de Fernández”, expresa el escritor y analista internacional Julián Schvindlerman.
Schvindlerman comenta que la situación en Chile, si bien es más reciente, es una crisis de raíz económica que se expandió hacia lo político, generando el peor estallido en décadas en aquel país.
“De cualquier manera, es muy evidente que Macri está más en sintonía con Sebastián Piñera que lo que puede estar Alberto. Esto en función de sus ideas económicas y también por las alianzas políticas que se tejieron en estos últimos cuatro años”, analiza el escritor.
Bolivia es otro tema que separa a ambos líderes. El 20 de octubre fueron las elecciones presidenciales, y ese día el escrutinio se detuvo al llegar al 85 por ciento de las mesas y con las cuentas marcando un futuro balotaje entre el presidente Evo Morales y el líder opositor Carlos Mesa. Sin embargo, al día siguiente, ya con el 95 por ciento de los votos computados, el oficialismo ganaba por un amplio margen: 47% contra 36%.
Esto generó sospechas y manifestaciones violentas -hubo más de 30 heridos de bala- entre quienes defienden al presidente y quienes exigen una segunda elección. También motivó a organismos internacionales y países como Estados Unidos, Colombia, Brasil y la Argentina a expresar su preocupación al respecto, sugiriendo la necesidad de una segunda vuelta.
“Está claro que Bolivia, por su alianza con Venezuela y en su momento con los gobiernos de los Kirchner, está más cercana a Fernández que a Macri”, afirmó el analista internacional. De hecho, Evo Morales felicitó públicamente a Alberto Fernández por su elección. “Creo que el próximo gobierno tendrá una posición más cercana a los países históricamente aliados con Néstor y Cristina, pero con cierta mesura ideológica”, concluye Schvindlerman.