Por Andrés Zapoc
Desde el 7 de septiembre, Tandil está en boca de todos por la peculiar y sorpresiva medida que tomó su intendente, Miguel Ángel Lunghi, quien decidió salir del sistema de fases de cuarentena planteado desde el comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por el Gobierno Nacional. “Los intendentes de Balcarce, Pinamar y Olavarría tildaron de temeraria la decisión de Lunghi, y son personas de su mismo color político”, expresó Rogelio Iparraguirre, concejal del Frente de Todos por la ciudad serrana y ex candidato a intendente.
Desde el Gobierno Municipal aseguraron que lo que los llevó a tomar esta decisión fue la falta de respuestas del Gobierno provincial a cargo de Axel Kicillof. “El nuevo sistema tiende a la cercanía y la velocidad en la toma de decisiones”, declaró el jefe comunal de Juntos por el Cambio cuando presentó el nuevo sistema de semáforo. Para Iparraguirre, en cambio, “el diálogo con la Provincia es constante“. “Lo que pasó fue que las respuestas no eran las que quería escuchar Lunghi, y actuó como un chico que no quiere aceptar lo que no le gusta y se enoja u ofende”, opinó.
Las medidas planteadas por Lunghi constan de tres estadios similares a los de un semáforo: rojo, amarillo y verde, según la situación epidemiológica imperante. Desde el 10 de septiembre Tandil se encuentra en el estadio rojo, luego de una semana de color amarillo debido a la estabilidad del número de contagios. “Lamentablemente, un pico de contagios y el nivel preocupante de ocupación de camas hospitalarias nos llevó a tomar la decisión de ir hacia el estadio rojo durante siete días como mínimo”, dijo en un comunicado el Intendente, quien luego prolongó la medida hasta fin de mes.
“Fue una semana de declaraciones totalmente desafortunadas, erráticas y confusas de parte del Intendente, de su jefe de Gabinete Oscar Teruggi, de Matías Tringler, vicepresidente del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), y Gastón Morando, presidente del SISP. Lo cierto es que no parece haber criterio científico alguno en esta decisión, ya que el propio Teruggi advirtió que no hicieron caso a todas las recomendaciones de los profesionales del comité de expertos”, aseguró Juan Arrizabalaga, representante del Honorable Concejo Deliberante de la ciudad de Tandil.
“La tasa de contagios del personal sanitario pasó del 4 al 13 por ciento en apenas 15 días, es decir que 13 de cada 100 contagios que hay en la ciudad corresponden a ese sector, cuando la media en la provincia de Buenos Aires es del 5,4 por ciento. La tasa de duplicación de casos pasó de de 22 a siete días”, afirmó Iparraguirre.
La situación sanitaria municipal es compleja. Según los datos del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP), el Hospital Municipal Ramón Santamarina tiene sólo cuatro de sus diez camas de terapia intensiva destinadas a pacientes con coronavirus y dos médicos para ese área. La ciudad además cuenta con otras 30 camas de terapia en el sector privado cuya ocupación es del 50 por ciento, según el SISP.
Además, tanto el números de contagios como de fallecidos creció significativamente en las últimas semanas. “Somos una ciudad que gestiona sus anticuerpos contra la pandemia con un sistema de salud público y privado fuerte, pero que debe defenderse”, expresó Lunghi, que ya lleva 17 años en el poder.
Por otro lado, Iparraguirre alertó sobre la poca información sanitaria que brinda el Municipio: “Nunca estuvo claro cuáles son las camas de terapia con personal médico que cuenta la ciudad, así como tampoco qué cantidad de personal está destinado a atender la pandemia. Desde la intendencia nunca hicieron accesibles esos datos ni para la ciudadanía ni para el Concejo deliberante”.
Trazando un paralelismo con las fases del aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio utilizado por el resto de los 135 municipios bonaerenses, Tandil se encuentra en fase 3, la cual plantea el cierre de todas las actividades, a excepción de las consideradas esenciales por el DNU 297/20 firmado por el Presidente de la Nación.
La decisión de Lunghi generó un debate muy importante tanto en la esfera política como en diferentes sectores de la sociedad: “El modo en que se hizo tiene un solo nombre: operación política. Fue urdida entre gallos y medianoche por el Intendente. Un sábado a la noche convocaron a una reunión vía Zoom para el otro día a las 9 de la mañana en la que participaron el intendente y otras 58 personas, entre ellos titulares de gimnasios, presidentes de clubes, directores de la Cámara Empresaria de Tandil y la Sociedad Rural. Ellos tomaron esta decisión que es de carácter meramente político y que carece no sólo de los consensos necesarios, sino de criterios científicos, sanitarios y epidemiológicos”, enfatizó el concejal de Frente de Todos.
Además agregó: “Nunca fuimos invitados al Zoom ni informados de esta conferencia, aunque la oposición representa al 46 por ciento de la ciudadanía tandilense. Tampoco participaron los trabajadores de la salud como los médicos, enfermeros, ambulancieros y camilleros que están poniendo el cuerpo por la sociedad en la primera fila de la batalla”.
Unos días atrás el gobernador bonaerense oficializó una batería de medidas económicas por las cuales Tandil se queda sin los fondos especiales de reactivación municipales para el Turismo, una decisión de alto impacto económico ya que el turismo es el mayor motor productivo de la zona y la fuente más grande de trabajo de la ciudad. Sin embargo, el ministro de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica provincial, Augusto Costa, aclaró que no se trató de ninguna represalia contra Lunghi sino que Tandil no cuenta con el requisito básico para obtener los fondos: cumplir con las normativas sanitarias en el marco de la emergencia establecida por Nación y Provincia.