Por A. Maldonado, C. Lucca, S. Ayala, M. Cikes y S. Villarino

Como el aficionado al cine que era, Julio Cortázar tenía pasión por la imagen, realizaba películas caseras y filmaba la vista que tenía desde el balcón de su casa. La afición se volvió profesión cuando, antes de ser conocido como autor de cuentos y novelas, escribió dos guiones cinematográficos.

El primero fue el de la película “La sombra del pasado”, dirigida por el fotógrafo Ignacio Tankel, cuyos negativos y copias se perdieron en el incendio de un laboratorio cinematográfico. El segundo, el de Circe, basado en su cuento homónimo, fue realizado por el cineasta Manuel Antín.

Circe” es una película filmada en blanco y negro, protagonizada por la actriz Graciela Borges, con la participación de Sergio Renán y Lydia Lamaison. Borges interpreta a una joven que lleva luto por las muertes de dos novios, en las que tuvo algo de responsabilidad: como un mal augurio, ella les había regalado bombones poco antes de que murieran. Ahora, la chica se muestra tétrica, misteriosa y antipática, pero forma una nueva pareja.

A lo largo de la realización del film, que duró un año, Cortázar y Antín trabajaron a distancia, ya que el escritor se encontraba en Francia, colaborando con la UNESCO, y el cineasta en Buenos Aires. A través de cartas y grabaciones en casete, intercambiaban ideas y realizaban los ajustes al guión. “Me alegro mucho de que una parte de mis observaciones y las modificaciones que realicé en los diálogos te hayan parecido bien, ahora sé que Circe va a ser lo que quisimos”, escribió Cortázar desde París en una de sus cartas dirigidas a Antín, el 30 de julio 1963.

Teníamos una relación de trabajo que se convirtió en amistad. Por ejemplo, las primeras cartas que Julio me escribía comenzaban con un ‘Estimado señor Antín’, y luego de varios años de relación epistolar finalizaban diciendo ‘Para vos un gran abrazo de quien te quiere mucho’”, dice Antin. “Él no era Julio Cortázar en aquel momento, ni yo tampoco era nada. Éramos simplemente dos personas que hacían una obra en conjunto.

Antín ha logrado el máximo de fidelidad sin renunciar a la idea que él hace del cine”, dijo Cortázar sobre la adaptación de su cuento filmada por Antín en una entrevista publicada en el diario El Mundo en abril de 1964, poco antes del estreno.

Cortázar era muy cinéfilo y nunca se imaginó que alguien podría interesarse en filmar sus cuentos”, dice Antín, quien realizó otros dos largometrajes basados en sendos relatos del escritor, “Intimidad en los parques” (1965) y “La cifra impar” (1962), adaptación de “Cartas de mamá”.

UN PASADO SIN SOMBRA

Todo lo que se sabe de la filmación de “Circe” se desconoce de la realización de “La sombra del pasado”. En agosto de 1939, cuando no era todavía un escritor conocido, Julio Cortázar se instaló en Chivilcoy para dar clases de Historia, Geografía e Instrucción Cívica en la Escuela Normal Domingo Faustino Sarmiento. Según el documental “Buscando La sombra del pasado”, del director argentino Gerardo Panero, Cortázar frecuentaba la librería Rani y, al observar una fotografía de Ignacio Tankel, decidió visitarlo en su estudio, ubicado en la avenida José León Suárez. Allí fue donde se encontraron por primera vez sin saber que ambos se alojaban en la misma pensión de la calle Pellegrini. En esa pensión, compartieron la afición por el arte y, en particular, el cine, hasta que Tankel le pidió a Cortázar que escribiera el guión de su ópera prima.

En Chivilcoy, donde se filmó, nadie recuerda con exactitud de qué trata el film, porque los negativos y las copias se quemaron en el incendio del laboratorio cinematográfico Biasotti. “Se sabe que la trama del largometraje estaba basada en la vida de un usurero marginado por la sociedad”, dice Raúl Manrupe, realizador, investigador y autor del Diccionario de Films Argentinos.

Con un bajo presupuesto aportado por Tankel, la película fue rodada entre agosto y diciembre de 1946 en espacios naturales. El reparto estaba integrado por vecinos del lugar, y la actriz Nélida Solá y el actor Domingo Márquez como protagonistas. El estreno fue el 25 de mayo de 1947 en el Cine Teatro Metropol de Chivilcoy. A pesar de haber escrito el guión, Cortázar no presenció el rodaje ni el estreno porque se había ido de Chivilcoy en julio de 1944.

Durante la realización de “Buscando La sombra del pasado”, Gerardo Panero descubrió que la película estaba perdida. “Más allá de haber realizado el documental,sigo teniendo dudas de su existencia”, dice Panero. “‘La sombra del pasado’ se encuentra perdida, al igual que el 90 por ciento del cine mudo y el 50 por ciento del cine sonoro argentino.