Por Paula Grandis @paulagrandis

En la séptima audiencia del Juicio a las Juntas, los asistentes volvieron a conmoverse frente a testimonios estremecedores. A partir de hoy, se ha dejado de publicar la lista de los testigos previamente al comienzo de las sesiones para así proteger su seguridad.

La primera testigo de la jornada fue María Kubik Marcoff, quien desde hace ocho años, tres meses y cinco días, no descansa en búsqueda de su hija, María Cristina Lefteroff, aún desaparecida. Ante el Tribunal, la testigo contó cómo se llevaron a su hija de su casa y horas después, también a ella, y la trasladaron a la Brigada de Quilmes. “Los días que estuve allá no me preguntaron nada. No me sacaron del calabozo”, afirmó y agregó: “A las demás, sí, las entraban y salían. Y, después, venían llorando que las habían picaneado, que las habían golpeado”. Una de ellas era la joven embarazada Silvia Isabella Valenzi.

Al culminar su testimonio, Maria Kubik le dijo al juez: “Quisiera saber si mi hija está viva o muerta”. Al juez Guillermo Ledesma se le quebró la voz al contestar: “Lamentablemente el tribunal no puede responderle, señora”. Y se hizo un profundo silencio.

Un nacimiento borrado

La próxima testigo fue Rosario Isabella Valenzi, hermana mayor de Silvia Valenzi, quien habría sido privada de su libertad el 22 de diciembre de 1976 en La Plata. La misma joven embarazada que la testigo anterior declaró haber visto en donde estuvo detenida. Buscando desestimar el testimonio, Andrés Manutian, abogado de Viola, presentó un expediente judicial en el cual “inequívocamente” la madre de de Silvia había denunciado su fuga.

La hermana de la joven desaparecida relató que, en abril de 1977, su familia recibió una carta anónima que decía que Silvia había dado a luz a una niña en el Hospital Isidoro Iriarte de Quilmes, hecho rotundamente negado por el entonces director de la institución, Roberto Iriarte.

 

A continuación, testificó el médico obstetra, Justo Blanco, quien declaró que el 1° de abril de 1977, Silvia Valenzi había sido llevada a la guardia del Iriarte en trabajo de parto por personal policial, entre los cuales pudo reconocer al médico Jorge Bergés. El obstetra aseguró que el parto se registró en el Libro de Partos pero que luego el nombre de la paciente fue “groseramente borrado. Asimismo, afirmó que Silvia fue retirada del hospital por Bergés en una camioneta sin identificación. El destino de la recién nacida es desconocido ya que, si bien su estadía en el área de Neonatología quedó registrada, no existen datos del alta ni de su defunción.

El misterio de la partera y la enfermera desaparecidas

La partera, María Luisa Martínez de González, y la enfermera, Generosa Frattasi, trabajaban en el mismo hospital de Quilmes donde habría dado a luz Silvia Valenzi. Ambas desaparecieron pocos días después de ese hecho, el 7 y 14 de abril, respectivamente. ¿Fueron ellas quienes enviaron la carta anónima a la familia Valenzi? ¿Las secuestraron para callar lo que habrían presenciado?Estas son apenas algunas de las muchas preguntas que el Juicio a las Juntas está contribuyendo a responder.