Por Ivana Hauschildt @ivy_1095

Comenzó la quinta semana de audiencias y doce personas pasaron por la sala a declarar ante los jueces. Esta semana, el camarista Jorge Valerga Aráoz preside las audiencias.

Uno de los testigos clave de la jornada fue Carlos Gattinoni, obispo metodista e integrante de la CONADEP. quien fue interrogado sobre los métodos de trabajo de esta comisión.

Gattinoni explicó que una de las primeras dificultades fue encontrar personal adecuado para recibir los testimonios ya que “los primeros empleados no resistieron la impresión moral, emotiva y renunciaron rápidamente”. Cuando le preguntaron cómo hacían para comprobar la veracidad de los testimonios, Gattinoni explicó que descartaban aquellas denuncias que venían de personas con: “evidentes signos de alteración, con relatos que eran incoherentes. Esos no se tomaban en cuenta”. También contó que él personalmente visitó centros clandestinos de detención y que hacían esas visitas acompañados de testigos y un arquitecto, que ayudaba a armar un croquis del lugar.

Además, el obispo metodista afirmó que había pertenecido a la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (APDH) desde 1975 y que, aunque intentó alertar al Gobierno sobre los crímenes que quedaban impunes, no obtuvo nunca una respuesta oficial.

“El cúmulo de información recibido hace constar que (la violación de los derechos humanos) no era algo casual, sino sistemático en todo el país”.

“Videla, Massera y Agosti estaban al tanto del secuestro”

Luego de un cuarto intermedio, prestó su testimonio Álvaro Oscar Gómez Villafañe, un aviador civil, comandante del Boeing 747 de Aerolíneas Argentinas, en donde el 18 de febrero de 1977 Nélida Azucena Sosa de Forti fue detenida junto con sus cinco hijos, cuando el vuelo estaba a punto de despegar hacia Venezuela.

Luego pasó a declarar Alfredo Walter Forti, un joven de 24 años, el hijo mayor de Nélida Sosa. El testigo relató entonces cómo su mamá, sus cuatro hermanos menores y él fueron obligados a bajar del avión pese a no tener una orden de detención, bajo la advertencia de usar la violencia “con resultados que escapaban a toda responsabilidad.

Forti detalló que fue llevado, junto a sus hermanos de 8,11,12 y 13 años, a un lugar que después reconocería como La Brigada de Quilmes, y que ahora es el Destacamento Femenino 14. Varios días después fueron liberados, pero nunca volvió a saber nada de su madre. “Videla, Massera y Agosti estaban al tanto del secuestro, Agosti se comprometió a dar una respuesta”, afirmó.

Nélisa Sosa de Forti y sus cinco hijos, ocho años antes del secuestro. 

GANA LA HISTORIA OFICIAL

Mientras en Buenos Aires se iniciaba una nueva audiencia oral y pública contra los ex comandantes de las Juntas Militares, en Francia Norma Aleandro recibía el premio a la mejor intérprete del XXXVIII Festival de Cine de Cannes por La historia oficial de Luis Puenzo.

La actriz que interpretó a Alicia en la película, que detalla el tema de la apropiación ilegal de menores durante la última dictadura militar, fue intensamente aplaudida por el público.

Normal Aleandro con Héctor Alterio y la actriz infantil Analía Castro, en el afiche del film.