Por V. Belohlawek, F. González Llanos, L. Rott y M. Virardi Palacios

Minutos más tarde del mediodía, inició la 31° jornada del juicio a los ex comandantes de las Juntas Militares que gobernaron el país entre 1976 y 1983. Ante la mirada de los fiscales, abogados defensores y jueces camaristas, Magdalena Ruiz Guiñazú, periodista de Radio Continental, y Daniel Rosomano, sobreviviente de Mansión Seré, se sentaron hoy en el banquillo para testificar en contra de los represores.

Ruiz Guiñazú fue la primera testigo en declarar. En respuesta a la pregunta del fiscal Julio César Strassera, confesó que su primera aproximación al tema de los desaparecidos fue “cuando visitaron Radio Continental un grupo de señoras encabezado por Azucena Villaflor -quien fue la primera presidenta de las Madres de Plaza de Mayo– a fines de 1976, para reclamar por sus hijos desaparecidos”.

A la periodista la problemática la tocó aún más de cerca con el secuestro de Eduardo Frías, fotógrafo de la revista Gente, situación en la cual Ruiz Guiñazú se atrevió a reclamar la aparición con vida en su programa. El reportero luego reconoció que sus pedidos fueron escuchados durante su cautiverio: “Pero lo único que te quiero decir era que en el lugar donde me tuvieron tenían la radio puesta a alto volumen y yo escuchaba que reclamabas por mí y entonces pensaba que ustedes, mis amigos, no me habían olvidado”.

La testigo recordó también las amenazas recibidas durante la dictadura, producto del enojo del general Jorge Rafael Videla. “Llegué a llamar al jefe de Prensa del Comando en Jefe, el coronel Sigaran, y le dije que quería protección para mí y mis hijos”, aseguró Ruiz Guiñazú.

Por último, los abogados defensores de los militares, Jaime Pratz Cardona y José María Orgeira, la interrogaron acerca de su labor como miembro de la CONADEP. Ruiz Guiñazú se encargó de defender fervientemente la transparencia del tratamiento de las denuncias recibidas, tanto antes como después de 1976.

Magadalena Ruiz Guiñazú en el Tribunal Penal Federal.

“Hubo torturas sin interrogatorios, los guardias se entretenían”

Más tarde, declaró Daniel Rosomano, quien contó acerca de su secuestro y posterior fuga del centro clandestino Mansión Seré.

El 10 de enero de 1978, militares vestidos de civiles irrumpieron durante la madrugada en su casa y lo detuvieron. Durante los interrogatorios acerca de su actividad sindical mientras trabajaba en la Caja de Ahorro, sufrió diversas formas de tortura. “En un primer momento, me agredían durante los interrogatorios, pero después, también hubo torturas sin interrogatorios, los guardias se entretenían con eso”, aseguró.

En el lugar conoció a Guillermo Fernández, Claudio Marcelo Tamburrini y Carlos Alberto García, y juntos planearon la fuga. Teniendo en cuenta las características del lugar, tomaron mantas, las ataron y se escaparon por el balcón. A partir de las repreguntas de los fiscales, Russomano recordó que “Una vez fuera, una señora colaboró con dinero al pensar que Fernández había sido víctima de un robo”.