Por S. Honrado y C. Fabio Fiorini
Hoy declaró Juan Carlos Cerruti acerca del secuestro de su padre, el empresario bodeguero Victorio Cerruti, por parte de las Fuerzas Armadas, ocurrido en la madrugada del 12 de enero de 1977 en la “casa grande” (como él la llamaba), ubicada en la localidad mendocina Chacras de Coria, cuando su padre tenía 76 años. En ese momento el testigo se encontraba exiliado en México, adonde había llegado en 1976.
En su relato detalló que, mientras secuestraban a su padre, otros militares irrumpieron en la “casa chica”, perteneciente a su hermana, María Beatriz Cerruti, y se llevaron a su cuñado, Omar Raúl Masera Pincolini, a quien golpearon y, ante la resistencia, “le pegaron un culatazo en la cabeza que lo dejó en el suelo y sangrando y así lo encapucharon”. También robaron bienes y objetos de valor. Todo el procedimiento tuvo un único fin: la apropiación de documentos y propiedades de la familia sin ningún tipo de proceso judicial.
El menor de cuatro hermanos recordó que estaba viviendo en México, donde en esa época tuvo una entrevista con el coronel Insúa, quien admitió estar al tanto de la situación de su padre. Incluso le dijo: “Deme 24 horas para poder preguntarle”, en referencia al general Harguindeguy. Además, Cerruti presentó notas en la embajada dirigidas al general Videla pidiendo la libertad de su padre.
Juan Carlos Cerruti (Foto: Memoria Abierta)
El testigo aportó al Tribunal copias de esas notas y documentación de las escrituras falsificadas con la firma de su padre, que comprueban el robo de propiedades e incluso la creación de una empresa inexistente: “Tengo esa documentación del rapto y el acta de falsificación de Cerro Lago S.A., de la cual mi padre era copropietario y que ellos hicieron con nombres y apellidos falsos”, afirmó.
Cerruti expresó que, una vez en la Argentina, supo que la noticia del secuestro no fue difundida por orden expresa de las Juntas Militares: “Por mi actual profesión periodística, y también por la confirmación de una importante cantidad de periodistas, sé que no pudieron publicar la noticia ni en Mendoza ni en Buenos Aires; de hecho, no se publicó jamás”, aseguró.
Estuvo en la ESMA
Al día siguiente del secuestro, la madre de Juan Carlos realizó una denuncia en la comisaría de la zona. Luego, escribió una carta al general Videla y se encontró con el general Maradona, quien admitió que Victorio Cerruti había sido privado de su libertad.
Finalmente, por averiguaciones de la familia en la CONADEP, se supo que lo mantuvieron clandestinamente en cautiverio en la Escuela de Mecánica de la Armada, que actuaba bajo comando operacional de la Armada Nacional.
No está probado que Victorio Cerutti haya recuperado su libertad. Según los testimonios de sus familiares, desde su secuestro no volvió a ser visto ni hubo más noticias de él. Todo indica que durante su secuestro fue obligado a firmar los papeles que permitieron a los estafadores un negocio millonario.
El socio de Victorio Cerruti, Horacio Mario Palma, también fue secuestrado en enero de 1977 y aún está desaparecido.
Alfonsín con la CGT y en el desfile militar
Al mismo tiempo de la audiencia, Alfonsín se reunió por primera vez con dirigentes de la CGT para tratar los reclamos por el desempleo, las suspensiones y la inflación que sufre el país. Por otro lado, desde el Ministerio del Interior se difundió el primer desfile de las Fuerzas Armadas desde el retorno de la democracia, que se realizará mañana a lo largo de la Avenida de Mayo.