Por Micaela Antelo Lemos @micaela_soledad
¿Cómo puedo ser amiga de los responsables de la muerte de mi hermana?”, manifestó esta tarde Nora Beatriz Leonard, hermana de Raquel Leonard, una de las víctimas de la llamada “Masacre de Palomitas”. La testigo ayudó a reconstruir los hechos ocurridos el 6 de julio de 1976, cuando once detenidos de la cárcel Villa Las Rosas fueron fusilados en un descampado, y luego sus cuerpos dinamitados.
Según la testigo, todos los hechos respondieron a las órdenes del teniente del Servicio Penitenciario Juan Carlos Alzugaray. Leonard indicó que, aunque cuando consultaba por su hermana se le respondía con evasivas, tiempo después le preguntaron quién podía hacerse cargo de su sobrino, ya que entre los “trasladados” se encontraba su cuñado, Leonardo Avila.
Los rostros de las víctimas: once personas fueron asesinadas en un traslado desde la Unidad Carcelaria N°1 de Salta.
Cuando se dio a conocer la muerte de Raquel Leonard, se ordenó a su familia el entierro inmediato, sin la posibilidad de hacer velorio ni cerrar el negocio del padre por duelo.
La testigo Nora Leonard dio detalles también de su propia detención en Villa Las Rosas y contó cómo, durante su cautiverio, recibió la visita de la Cruz Roja Internacional, entre marzo y abril de 1977, y aseguró que durante esas fechas “se les permitió leer libros” y se les ordenó manifestar que tenían contacto con su familia y que recibían buenos tratos por parte del personal.
La versión oficial
“En los dos años que estuve a cargo del área Salta no existió gente que actuara contra la subversión al margen de las órdenes emitidas desde la guarnición“, aseguró antre el Tribunal Penal Federal el ex interventor militar de Salta, Carlos Alberto Mulhall. Su declaración no se extendió sobre los casos de Villa la Rosas debido a que estos hechos son materia de investigación en una causa que tramita la justicia de la provincia de Salta.
También declararon dos celadores de Las Rosas que aseguraron desconocer el paradero de los trasladados pero manifestaron que en el penal se comentaba que los habían matado “por internas”. En sus testimonios fue señalado Mulhall como el responsable del traslado.
Censura en Salta
Durante la madrugada en que se perpetró la Masacre en Palomitas, el periodista Luis César Andolfi cubrió la noticia para el diario El Imparcial de Salta. En su declaración manifestó que habían tomado fotografías de un automóvil marca Torino en el que se veían restos de “sangre y sesos, una monstruosidad“.
El periodista aseguró que, una vez elaborada la nota, se presentó en la editorial personal policial que incautó el borrador y los apuntes que iban a ser publicados junto a todo el material fotográfico producido. Andolfi indicó asimismo que los agentes le informaron que, efectuada la revisión de los materiales, aquello que fuera considerado publicable sería enviado como parte de una gacetilla redactada por la policía que jamás llegó al diario.
Homenaje a los muertos “por la subversión”
Esta tarde el Jefe del Estado Mayor del Ejército, el general Héctor Ríos Ereñú, emitió un comunicado recordando a los caídos pertenecientes a las Fuerzas Armadas durante los años 1969 y 1979. El acto se realizó en la Plaza de Armas del edificio Libertador, con el objeto de “rendir homenaje a los muertos en esta gesta y hacer público el reconocimiento que merecen”.
Tras la lectura de un comunicado, el general Héctor Ríos Ereñú se retiró sin hablar con la prensa.
Entre los casos que se recordaron se encuentra el del ex presidente Pedro Eugenio Aramburu, cuyo cuerpo fue hallado el 16 de julio de 1970 luego de haber participado en una “parodia de sentencia”, llevada a cabo por “grupos guerrilleros”. Otro de los mencionados fue el mayor Juan Carlos Leonetti, quien falleció el 19 de julio de 1976 en un enfrentamiento armado con Mario Roberto Santucho, líder del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP).