Por Gabriel Sotelo @_gabrielsotelo
Fenómeno que desde el verano pasado no ha dejado de crecer, el trap es un subgénero desprendido del rap que logró establecerse dentro de la industria musical. Este ritmo surgido en Estados Unidos tomó influencias de la música electrónica, el rock y el reggaetón. Debido a la gran exposición y dimensión que ha logrado alcanzar el fenómeno, las compañías discográficas tratan ahora de captar a los artistas nacionales.
El trap, a poco más de un año de haber conocido la masividad en el país, tiene varios hits dentro de la escena nacional. “No vendo trap”, de Duki, fue uno de los primeros temas populares. A su vez, el sello Mueva Records impulsó uno de los primeros hits: “Buho”, de Midel, Khea y Arse junto a Duki y Klave, que al día de hoy cuenta con más de 36 millones de reproducciones. Omar Varela junto a Mikka, productores a cargo de Mueva Records, trabajaron con Duki y Khea, dos de los máximos referentes a nivel internacional, pero sólo el último sigue en el sello. Duki, por su parte, se ha reunido con Sony y Universal pero no han conseguido ficharlo.
Dante Spinetta, en su rol de A&R para Sony, logró contratar a Neo Pistea y Fianru, quienes tienen proyección dentro del trap. Son dos artistas innovadores que llevan años en el hip hop y se destacan como solistas a pesar de formar parte de grupos “históricos” como La Conección Real y KingTeam, respectivamente. “Messi”, de Neo Pistea, es una de las últimas canciones que alcanzó popularidad dentro del trap.
“Todo sigue siendo igual en esencia, sólo que ahora tenemos la posibilidad de hacer mejores videos y grabaciones, de hacerlos en los lugares que queremos. Eso está re bueno y nos da una libertad muy grande”, dijo Fianru acerca de los cambios al trabajar con discográficas. Otro de los referentes dentro de este género urbano es Paulo Londra, quien trabaja con Ovi, un productor que ha colaborado con J. Balvin y Bad Bunny, entre otros artistas internacionales del trap latino.
Hace poco tiempo, el periodista Dario Doallo hizo una “radiografía” del trap desde sus inicios. “Puede que muchos artistas que ahora hacen trap en un futuro hagan otro estilo y vayan cambiando. Estamos en un tiempo en que, si bien la industria se aferra a utilizarlos, cierto es que los géneros están quedando atrás”, dijo Doallo. “Hoy cuesta distinguir un género específico dentro de todo lo que es música urbana”, concluyó.
Por lo pronto el trap es un subgénero que capta a jóvenes y adolescentes alcanzando millones de reproducciones en diferentes plataformas digitales. Lo que todavía no se sabe es hasta dónde llegará.