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Especialistas del área de Salud hablaron con Diario Publicable sobre los efectos de la pandemia y cómo se prepara la Argentina para enfrentarla.

Omar Sued, presidente de la Sociedad Argentina de Infectología: “El virus actúa mediante unas espículas en su superficie, unas esferas microscópicas con la capacidad de unirse a un receptor en las células del pulmón. Una vez que se une, penetra la célula, la inflama, y el virus se multiplica en millones de virus que infectan más células similares y producen mucha secreción que promueve la inflamación. Eso llena los alvéolos pulmonares con líquido y la persona tiene mala ventilación, generando fibrosis y distrés respiratoria”.

Adriano Baresi, neurólogo argentino radicado en Alemania y médico superior del Hospital KMG Luckenwalde de Brandenburgo: “En Alemania nos caen pacientes de todos lados y hay muchos médicos infectados. Todo empeora día a día en gran medida por la política que tuvo el Estado alemán, que recién cerró las fronteras cuando lo hicieron otros países. Esa es una medida fundamental que tendría que haber tomado mucho antes. Lo que pasa es que aquí tienen mucha fe en su sistema médico. Hay un centro de atención muy importante cada cien kilómetros, pero frente a un caos de estas características cualquier hospital se queda sin medios. Hay poco personal médico: lo que normalmente harían tres personas, hoy lo hace una sola”.

Dolores Fellner, integrante del departamento de virología en el ANLIS Malbrán: ”En el país existe una red de laboratorios conectados entre sí. El de mayor complejidad es el de mayor referencia, en este caso el Malbrán. La intención es que cualquier persona de cualquier punto del país tenga acceso al diagnóstico que corresponda. El viernes 20 de marzo se hizo una capacitación online a los laboratorios de las distintas jurisdicciones en la que se explicó en detalle cómo se aplica el método para detectar al coronavirus. A partir de esta semana cinco de esos laboratorios van a empezar a diagnosticar. El crecimiento de muestras que llegaron al Malbrán durante la semana pasada fue exponencial. Al principio se testaban 180 muestras por día, una cifra que se duplicará esta semana ya que hay más disponibilidad de equipos”.

Jorge Lemus, ex ministro de Salud de la Nación y de CABA, médico clínico sanitario y docente universitario: “Dadas las características de las pandemias de alta transmisibilidad, era difícil evitar el ingreso y aplicar medidas de contención, pero sí se puede tener el menor número de contagiados, internados y fallecidos. La comunicación es esencial en una pandemia y muchos medios han estado a la altura de las circunstancias, quizá como nunca se vio en el país. Pero hubo también intervenciones que crean una atmósfera emocional peligrosa, en especial en las redes sociales”.

Jorge Lemus, ex ministro de Salud de la Nación y de la ciudad de Buenos Aires.

Lautaro de Vedia, ex presidente de la Sociedad Argentina de Infectología: “Hay que recordar que es una enfermedad que cursa con cuadrados benignos, con un 80 por ciento de casos leves. El mayor peligro lo corren las personas con factores de riesgo y edad avanzada. Cada uno tiene que cumplir con el aislamiento, una medida de prevención que hay que hacer por nosotros, por la gente que queremos y por toda la sociedad. Las situaciones de contagio siempre son más factibles en los barrios más carenciados. Todavía podemos decir que el virus no está en los lugares menos protegidos porque se limita a gente que viajó y su entorno. Para evitar que llegue a la población general es necesario cumplir con la cuarentena y todas las medidas que indica la autoridad sanitaria”.

Alicia Moles, infectóloga en el Hospital Fernández: “El hospital está tranquilo, hasta ahora tuvimos cuatro casos, de los cuales dos ya fueron dados de alta y los otros dos están estables. Se formó una comisión de emergencias y estamos esperando el pico de contagios que será dentro de quince días, cuando termine la cuarentena. El hospital se encuentra bien preparado para ese momento, se reubicó a enfermos para recibir gente de manera masiva y ya se solicitaron los respiradores necesarios”.

Rodrigo García, licenciado en biotecnología e integrante del Régimen Científico del Ministerio de Defensa: “En primera instancia, no creo que este virus haya sido diseñado en un laboratorio, como dicen algunas versiones. Un virus pensado con el fin de hacer daño tendría una tasa de mortalidad aún mayor y se propagaría por aire. Las farmacéuticas están hablando de alrededor de por lo menos 18 meses para culminar con las pruebas decisivas y tener una vacuna. Por el momento podemos disminuir su propagación quedándonos en casa, pero sin duda podremos erradicarlo con un buen plan de vacunación”.

Facundo Manes, neurólogo, neurocientífico, creador del Instituto de Neurología Cognitiva y presidente honorífico de la Fundación INECO: “Estamos frente a una crisis de salud pública mundial. También una crisis de miedo, de ansiedad, de relaciones internacionales y hasta moral, porque algunos actúan sin pensar en los demás, en lo colectivo. Esta crisis nos pone a prueba como especie, tenemos que rescatar lo mejor del ser humano, el altruismo y la capacidad de educarnos. Acá no sirve la viveza criolla, acá sirve la viveza colectiva, sentirnos como una comunidad. El virus nos unió, al mundo y a los argentinos. Esto es un ejemplo de lo que debe ser una nación. No se trata de un montón de gente viviendo en un cacho de tierra, una nación es un propósito que excede lo individual. Y hoy tenemos que actuar como una nación”.

Bárbara Díaz, cirujana del Hospital de Quemados: “La emergencia sanitaria significa que el personal de salud no puede tomarse licencias normales, solo extraordinarias si son mujeres embarazadas, personas de más de 60 años o si tienen enfermedades que afectan las defensas, como diabetes o las enfermedades cardíacas. Nos dan una constancia que permite a todos los hospitales pedir nuestra ayuda en caso de emergencia, por lo que yo puedo ir a trabajar a cualquier hospital que necesite mi especialidad“.

Eduardo López, médico infectólogo: “Yo recomendaría a las personas que se queden en sus casas y hagan una cuarentena obligatoria, la única manera de que el virus deje de circular significativamente. Es preferible pasar 14 días en casa que 14 días en un hospital. Si hacemos bien la cuarentena, vamos a poder controlar el virus en invierno y disminuir su circulación. Hay que tener en claro que la pandemia es muy democrática, porque si bien ahora afecta a individuos que viajaron y tienen un buen nivel socioeconómico, si no la podemos controlar y se expande, va a afectar a las clases bajas”.

Silvia de la Vega, anatomopatóloga y jefa de la Sección Anatomía Patológica del Hospital de Quemados: “Una persona que está incubando la enfermedad y no presente síntomas puede contagiar antes de que se le pueda confirmar el diagnóstico positivo, porque la cantidad de partículas virales presentes en el material que se toma para el test no sea suficiente ser detectarlo pero sí para contagiar. Por eso se repiten los test y no se descarta la enfermedad, aunque no haya síntomas, pero sí suposición o certeza de exposición al virus, y se indica cuarentena a los que regresan de países de riesgo. Es una situación atípica porque no hay vacunas ni tratamiento específico. Las medidas se tomaron a tiempo, aunque se espera un panorama complicado. Se cortaron las visitas a los pacientes y se están preparando distintos centros de emergencia para el momento en que los contagiados sean miles”.