Por Agostina Schenone
Parece casi innecesario presentar a Mabel Bianco, la médica y feminista que lucha por los derechos reproductivos y la legalización del aborto en Argentina desde hace tantos años y que en 2018 volvió a ser protagonista su participación en el debate por la Ley de Aborto Legal, Seguro y Gratuito en el Congreso de la Nación.
Sin embargo, antes de conocer sus ideas para recuperar a la salud cuando pase la pandemia, es iluminador conocer su historia. Estudió medicina en la Universidad del Salvador, hizo un Master en Salud Pública en la Universidad del Valle (Colombia) y la especialidad en Epidemiología y Estadística Médica en Londres. Durante 2020 trabajó en la preparación y participación de las organizaciones de mujeres y feministas para la celebración del “Beijing +25”, en la Asamblea General de la ONU, que se realizó el 1 de octubre.
Siempre se interesó en la salud reproductiva femenina y realizó diversos estudios epidemiológicos sobre cáncer de mama, útero y morbi-mortalidad materna en la Escuela de Salud Pública de la UBA y el Centro de Investigaciones Epidemiológicas de la Academia Nacional de Medicina. Por su compromiso con las mujeres, en 1989, creó la Fundación para Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM), una ONG que desarrolla investigaciones y capacitaciones y promueve la igualdad y los derechos femeninos en Argentina, América Latina, el Caribe y alrededor del mundo.
Fue premiada en reiteradas ocasiones por su labor y recibió en dos oportunidades la Rueda Femenina del Rotary por la organización SWANIR, el premio “Mujeres destacadas de la Salud” del Ministerio de Salud de la Nación y fue elegida como una de las “150 mujeres que mueven el mundo” por la revista internacional Newsweek junto a The Daily Beast.
Tres propuestas pospandemia
* Asegurar que todas las personas de todas las edades tengan completo el esquema de vacunación para que nadie a ninguna edad haya suspendido o perdido de completar su esquema de vacunación.
* Que los servicios públicos de salud mejoren para la atención de todas las personas y no solo por el COVID-19, sino que estén más equipados y con personal suficiente.
* Que las /los/les niñes y adolescentes reciban la atención integral de salud y puedan decidir mejor cómo desarrollar su vida y sus planes de vida para ser sanos porque la salud no es la ausencia de enfermedad, es el equilibrio biológico, psicológico y social y se necesitan los tres para estar sanos y poder desarrollarnos.