Por Francisco Cabezas
Carolina Castro dirige junto a su madre Industrias Guidi, una de las autopartistas más importantes de la Argentina, y hace un año se convirtió en la primera mujer en formar parte de la mesa chica de la Unión Industrial Argentina (UIA).
Castro decidió que la UBA podía sacarla de la burbuja de la escuela bilingüe donde había hecho la primera y la secundaria. Fue así que se anotó en Ciencias Políticas: “Me parecía que era una carrera muy formadora, con un poquito de historia, derecho, economía, filosofía, y por eso la elegí”, cuenta.
Pero también asegura que su mamá y su abuelo fueron sus mentores. A don Fernand Guidi lo define como un “genio de garaje” que fundó una empresa que atravesó todas las crisis argentinas desde la década del ‘60, mientras que a Janet Guidi le reconoce haber sabido innovar e incorporarse a las nuevas tecnologías del siglo XXI: “Mi mamá vivió muchas carencias cuando Industrias Guidi recién comenzaba. Eso la convirtió en una industrial de primera generación, y ese es un espíritu que me supo transmitir”.
Ingresó a la empresa en 2002 haciendo trámites, luego se ocupó del comercio exterior y, cuando alcanzó el liderazgo, gestionó el crédito y proyectó el funcionamiento de la segunda planta, que emplea a 500 personas y promueve la igualdad de género: “Cuando era chica, me llevaban a eventos de los industriales y mi mamá era la única mujer entre los varones discutiendo sobre política industrial. A veces, cuando mi papá iba, terminaba reunido con ‘las señoras de’ y escuchando una clase de pilates o cosmetología”.
Hoy preside el Departamento de Legislación de la UIA: “La Argentina tiene dos grupos: uno que está en la vanguardia tecnológica con mucho potencial y otro que no tiene ningún incentivo para transformarse y seguir avanzando”, define.
Tres propuestas pospandemia
* Fomento de nuevas inversiones y empleo a partir de una estrategia de competitividad y agregación de valor. Además, un esquema tributario que promueva la inversión, el empleo y la competitividad de la economía.
* Inversión pública para reactivar una demanda que se oriente en forma inteligente al fortalecimiento de la infraestructura. El potencial de la obra pública está en su capacidad de multiplicar la demanda y de generar condiciones favorables para la actividad productiva. Las compras públicas también serán una herramienta para restringir el acceso a proveedores extranjeros.
* Acelerar el proceso de incorporación de la industria 4.0 y nuevas tecnologías para mantener clientes y aumentar la competitividad. Es central avanzar en la educación y formación para el manejo de estas tecnologías. Argentina tiene la capacidad de ser un participante activo en la industria 4.0.