Por Annie Haines
Por la pandemia, en Bariloche la cantidad de visitantes disminuyó abruptamente, lo que produjo una pérdida de 25 mil millones de pesos. El secretario de Turismo de la ciudad, Gastón Burlón, confía en que el sector se recuperará de a poco y estima que dentro de uno o dos años estará en los parámetros anteriores a 2020: “Durante julio de 2021, comparado al anterior, creció mucho la cantidad de excursionistas, aunque, si hablamos de pre pandemia, cayó. Sin embargo, lo ideal es que recuperemos la cantidad que teníamos antes del coronavirus.”
Durante el último verano, Bariloche fue uno de los destinos más elegidos por los argentinos, con quince vuelos por día. Sin embargo, el cese de operaciones en Argentina de LATAM le costó al turismo en Bariloche una gran cantidad de viajeros, porque de esa compañía aérea volaban cinco aviones diarios. Burlón afirma: “LATAM era un jugador muy importante, ninguna otra empresa logró lo mismo, aunque tenemos buena conectividad con las otras tres que siguen en el país.”
A su vez, gracias a las vacaciones de invierno, se alcanzó el 60% de ocupación promedio, por eso el sector se esperanza con una recuperación cercana: “El turismo no es un producto que se guarda en la estantería y, después, cuando se reactiva, se saca y se vende. Sabemos que una cama de hotel que no fue ocupada o un asiento de un micro de una excursión no son cosas que se puedan recuperar, a pesar de que hay confianza por cómo nos fue después del confinamiento”.
Bariloche ofrece una gran cantidad de excursiones y muchos lugares por recorrer, como el Cerro Tronador o el Mirador del Cerro Campanario, y detrás de cada uno hay una empresa que se vio perjudicada por la falta de turistas.
El gerente comercial del Cerro Catedral, Manuel Pérez Díez, asegura que, en el último tiempo, perdieron el 85% de los visitantes, porque quedaron solamente los usuarios locales, y lo que llevó a una pérdida económica del 90%. “Llevará tiempo recuperar una parte de nuestros clientes que ahora no pueden acceder, pero, al mismo tiempo, sabemos que hay gente que antes no venía porque tenía acceso a otros destinos, por ejemplo, del exterior del país, y ahora nos eligen”, explica Pérez Díez.
El 30% del producto bruto interno del turismo de Bariloche proviene del estudiantil. Los viajes de egresados siempre fueron una gran fuente de ingresos para la ciudad, por lo que su suspensión o cancelación durante la pandemia fue una gran pérdida. Pérez Díez explica que “este segmento se vio muy golpeado” y que “las nuevas condiciones sanitarias les han impuesto un cambio operativo muy grande que puede generar un impacto definitivo en la cantidad de visitantes”.