Por Eugenia Arribas y Candela Contreras

A comienzos del siglo XX era impensado que una mujer participara en ámbitos ajenos a la vida de ama de casa, pero Eva Duarte de Perón llegó para romper con esos paradigmas establecidos, tomando luchas de feministas socialistas y convirtiéndolas en realidad. Una de ellas fue la implementación del sufragio femenino, sancionado en septiembre de 1947, así como la inserción de la mujer en la política.

El rol de la mujer es cercano a las tareas tradicionales que le fueron asignadas culturalmente. El peronismo en general, y Eva en particular, posiciona a la mujer desde un lugar diferente”, explica Carolina Barry, doctora en Ciencia Política y especialista en estudios del peronismo. 

El año 1947 fue muy importante para la obtención de derechos políticos de las mujeres, ya que, por un lado, se inició la campaña del voto femenino y, por el otro, se creó el Partido Peronista Femenino, que permitió que muchas pudieran participar en las elecciones como candidatas.

Manifestación en el barrio porteño de Balvanera por el voto femenino.

LEY 13.010 DE SUFRAGIO FEMENINO

La mujer debe y puede votar como una aspiración de los anhelos colectivos. Pero debe votar, ante todo, como una exigencia de los anhelos personales, de liberación”, enunció Eva Perón, el 26 de febrero de 1947. El 11 de noviembre de 1951 se llevaron a cabo las primeras elecciones en las cuales las mujeres argentinas de todo el país pudieron ejercer el derecho al voto. Más del 90 por ciento de las ciudadanas inscriptas emitieron su sufragio.

Evita votó por primera y única vez desde la cama del hospital.

Eva Duarte se puso al frente de una lucha histórica, representada por militantes históricas como Julieta Lanteri, Elvira Rawson, Cecilia Grierson y Alicia Moreau. “Todo este sector del feminismo y del sufragismo previo a Eva fue sustancial para poder mantener vigente el reclamo y facilitar el camino para que saliera la ley del voto”, asegura Barry. La ley otorgó la libreta cívica a las mujeres como documento de identidad y dispuso la confección del padrón electoral femenino, que hubo que iniciar desde cero. 

PARTIDO PERONISTA FEMENINO

El 27 de julio de 1949, Evita anunció la creación del Partido Peronista Femenino (PPF), y expresó: “En el partido que estamos organizando no hay divisiones. Quiero que vean en la esposa del general Perón a una feminista moderna, constructiva, que sabe lo que pesan los hombres y lo que pueden aportar las mujeres”.

Veintitrés delegadas censistas fueron designadas para ir a cada una de las provincias para sembrar el territorio nacional de Unidades Básicas Femeninas. Una de ellas fue Josefa Miguel de Tubio, que formó parte del primer grupo de mujeres legisladoras en Argentina y fue elegida diputada en la provincia Eva Perón, actual La Pampa, entre 1953 y 1955. “Evita fue feminista y Josefa fue feminista. Las mujeres que se desempeñaron en cargos a través de los cuales se obtuvieron derechos son indudablemente feministas”, manifiesta Abril Tubio, bisnieta de Josefa Miguel. 

El PPF fue disuelto en 1955 por la Revolución Libertadora, nombre con el que se autodenominó el golpe de Estado que, al mando del teniente general Eduardo Lonardi, derrocó a Juan Domingo Perón y dispuso la proscripción del peronismo.

Eva brindando junto a un grupo de mujeres en la Asamblea.

EL ROL DE EVA EN EL FEMINISMO DE HOY

El feminismo tomó y reivindicó algunos aspectos del rol político de Eva y los redefinió de acuerdo a su propia agenda”, sostiene Barry. Su figura se replica en diversas consignas de luchas de movimientos feministas y diversidades: banderas y carteles se alzan en marchas y manifestaciones en la lucha de los derechos humanos. 

Valeria Pita, profesora de Historia y especialista en estudios de género, explica que lo que se hace con la figura de Eva es una resignificación permanente, y que “existe un sector de mujeres que ven en ella un prototipo del peronismo en las luchas sociales”.

Hay un constante interrogante entre considerar a Evita como feminista o no, pero hay que tener en cuenta que fue una figura “histórica e increíblemente poderosa en un campo de posibilidades que tuvieron las mujeres para abrazar la política”, concluye Pita.