Por Juana Ortmann y Franco Rey
“Jujuy se transformó en el Carnaval, en la Pachamama, en los corredores turísticos y los paisajes, pero mucho de eso, especialmente el turismo, hizo que las comunidades tengamos que vender y prostituir nuestra cultura”, explicó Sergio Daniel, comunicador indígena oriundo de Humahuaca, donde habitan 47 comunidades, en referencia al futuro que se vislumbra con la flamante Constitución.
Este 20 de junio, Día de la Bandera, se hizo el juramento a la nueva carta magna provincial impulsada por el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, que había sido aprobada el jueves 15. Esta reforma modificó varios artículos, dos de los cuales quedaron sin efecto luego de las protestas y el revuelo social. Los artículos que volvieron a la redacción de la Constitución jujeña de 1986 fueron el 36, de Derecho a la propiedad privada, que consideraba una violación grave la ocupación de un terreno por una o más personas que impidieran al propietario ejercer sus derechos y, además, disponía la creación de una ley para facilitar el desalojo.
También el artículo 50, sobre la Protección a los pueblos originarios (“Protección a los aborígenes”, según el Boletín Oficial de Jujuy), que enunciaba que “el Estado es el encargado reconocer tanto la personería jurídica de las comunidades como la posesión y propiedad comunitarias de las tierras que tradicionalmente ocupan“.
EL TERCER MALÓN DE LA PAZ
“Lo que ha sucedido con la Constitución provincial estas últimas dos semanas fue la gota que rebalsó el vaso: las comunidades, cansadas de que nadie las escuchara, decidieron salir y manifestarse”, contó Daniel acerca de “El tercer malón de la paz”. Es la tercera vez que este movimiento se realiza en la historia indígena argentina. El último había tenido en 1990, cuando hermanos de todos los pueblos jujeños marcharon más de 200 kilómetros desde Abra Pampa hacia San Salvador para repudiar la apropiación de sus tierras.
Sergio Daniel relató cómo los pueblos originarios toleran esta reforma: “El actual gobernador usó una estrategia fundamental, que acá nosotros la denominamos pachamamismo, es decir, nos hizo creer que él quería las tierras jujeñas. Cuando asumió su primer gobierno, creó la Secretaría del Pueblo Indígena y designó a una compañera como líder, pero después la transformó totalmente. Creó una policía indígena por la cual dos jóvenes de cada comunidad eran instruidos y preparados para ese cargo, pero terminaron respondiendo para la policía provincial. Cada 1º de agosto, cuando agradecemos a nuestra Madre Tierra, Morales se presentaba en Mahuaca con las comunidades indígenas fingiendo que era un integrante más. Así fue cómo el gobernador logró incluirse en todos los pueblos”.
Durante los días de represión, Gerardo Morales anunció su candidatura a vicepresidente del actual jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez Larreta. El viernes 23 encabezaron una conferencia en la confirmaron la fórmula de cara a las PASO. Allí Larreta aseguró que Morales “es un hombre de acción“. Avalado por todo el bloque opositor, el gobernador de Jujuy continúa con la cuestionada reforma constitucional.