Por María José Escalante
La jueza federal María Romilda Servini llamó la atención al Gobierno de la Ciudad mediante dos oficios debido a las irregularidades y el mal funcionamiento que generó el sistema de Boleta Única Electrónica (BUE), implementado en estas elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO). Muchos votantes porteños se vieron afectados y denunciaron hasta dos horas de demora.
En la madrugada, la jueza extendió un primer comunicado, en el que advertía que el 30 por ciento de los dispositivos presentaban anomalías. También señaló que algunas de las máquinas llegaron tarde a las escuelas donde debían instalarse, y en otras ni siquiera llegaron a probarse los kits de instalación: “Resulta preocupante el grado de improvisación con el que se han manejado tanto la empresa contratada para la provisión e instalación de las máquinas de votación, como el propio Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires, evidenciando una impericia nunca antes vista en la organización y ejecución de un proceso electoral”, dijo Servini.
Por su parte, la Cámara Nacional Electoral se pronunció a través de un comunicado publicado al mediodía en su cuenta de Twitter, donde aclaró que “el mal funcionamiento o la imposibilidad de que funcionen las máquinas de votación de la elección nacional no interrumpe ni impide que comience la votación de la elección nacional”. El comunicado señaló que la responsabilidad cabe principalmente al Instituto de Gestión Electoral de la Ciudad de Buenos Aires.
Desde el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires informaron que las elecciones se desarrollaron “sin inconvenientes en los 1.097 establecimientos” donde se votó durante la jornada. Sin embargo, también informaron que hubo problemas con 240 del total de máquinas y que tuvieron que reemplazar alrededor de 87. Según los datos oficiales publicados, la participación de la elección alcanzó al 66 por ciento del padrón.
Edición: Camila Mitre