Por Noelia Nigro @Batinoelia
En el año 2018 se observó la mayor cantidad de personajes gays, lesbianas, bisexuales, transexuales, queer y de otras identidades en las ficciones: fueron el 8,8% del total. Esto indica el informe “Where we are now” (Dónde estamos ahora), realizado por la organización estadounidense GLAAD, que analiza la diversidad de los personajes en la televisión por cable y los servicios de streaming.
Sin embargo les argentines pertenecientes a la comunidad señalan que no es suficiente, no solo por la poca cantidad, sino porque se recae en estereotipos que dañan, en lugar de brindar más información. “Lo que se ve en la tele esta muy caricaturizado, no es real”, opina Sebastián, un chico gay chileno, que al mismo tiempo observa que en la Argentina puede ver mucha más diversidad que en su país de origen.
Muches resaltan la importancia del personaje de Juan en la novela argentina “100 días para enamorarse”, que emite el canal Telefé, donde se mostró la transición y la experiencia que tuvo como chico trans. A pesar de esto, la tira ha recibido muchas críticas ya que la actriz que interpreta el papel es cis, es decir, que su género autopercibido coincide con el sexo que se le asignó al nacer.
Esto es parte de un problema más grande, ya que no existen ejemplos en la cultura popular en los que un personaje de hombre transgénero sea interpretado por un actor que pertenezca al mismo grupo, por lo que siguen siendo representados erróneamente y excluídos.
“La representación de mujeres bisexuales ha crecido, pero sigue sin ser buena, está demasiado sexualizada”, explicó Micaela, frustrada por la falta de información. Le enoja que se desperdicie el potencial de historias reales y se creen versiones en las que no se ve reflejada.
Según el informe de GLAAD, hay una mayoría de personas bisexuales en la comunidad LGBTQ+, por lo que es preocupante que la representación con la que cuentan sea solo del 27% de los personajes con identidades y sexualidades disidentes.
Micaela comentó además que prefiere el contenido generado por personas reales en YouTube, ya que en las ficciones suelen contribuir a estereotipos, creando personajes bisexuales que no son confiables y tienen cierta falta de moralidad.
Hay un consenso sobre la necesidad de que se cree más contenido familiar y no destinado exclusivamente a la gente LGBTQ+, y aunque el informe indica que este sector se está expandiendo, muches argentines no concuerdan y piden que se trabaje más en esto para que se pueda llegar a más personas.
Por ejemplo, la plataforma de streaming Netflix estrenó una nueva serie animada de origen brasileño en la que tres hombres se convierten en heroínas Drag y se visten de forma femenina para defender los derechos de la comunidad LGBTQ+. Gabriel, quien se identifica como gay y además se dedica a hacer Drag, cree que esto va a acercar a un nuevo público. Al ser de un pueblo chico cerca de Bariloche, vivió en un ambiente muy cerrado: “A veces salía haciendo drag y pensaban que era travesti”.
Las identidades no binarias son las que más carecen de representación. Florencia y Cecilia no creen que haya ningún personaje con el que se hayan sentido identificades, ya que el binarismo está muy presente en los medios y no creen que eso vaya a mejorar en un futuro cercano.
Con el estreno reciente de películas como “Bohemian Rhapsody”, basada en la vida de Freddie Mercury, y “Mi mejor amigo,” una producción argentina en la que dos chicos jóvenes se enamoran, se puede ver un aumento en la representación, aunque carezca de diversidad y siga excluyendo a muchos grupos.