Por A. Fernández Mallo, A. Iglesias y M. Graneros
Entre 2012 y 2017 se registró un aumento significativo de la cantidad de ciclistas muertos en Argentina, con un total de 187 víctimas. Las bases de datos del gobierno nacional no arrojan cifras oficiales y, si lo hacen, están desactualizadas o incompletas. Las organizaciones sociales que nuclean el bici activismo reclaman la falta de estadísticas y un deterioro en la infraestructura vial.
Andrea Conde es legisladora porteña e integra AMPLIAR, un espacio político de unidad opositora al gobierno del PRO en la Ciudad. Ante el aumento de muertes de ciclistas, recuerda la promesa de Horacio Rodríguez Larreta de bajar un 30% los accidentes viales en ciclovías durante su gestión. “No sorprende, porque el Jefe de Gobierno es especialista en publicitar obras vistosas pero cuando miramos un poco más profundamente, todo se quedó en la cáscara”, critica.
Conde asegura que faltan políticas públicas y campañas de concientización vial. “Las ciclovías se instalaron en miles de cuadras y ni siquiera tienen pintado el aviso de mirar para ambos lados en las esquinas, como lo tienen en otros países. Es cotidiano ver personas que cruzan sin tener en cuenta la doble dirección. Algo que se supone que mejora la vida de los porteños y porteñas termina poniéndolos en riesgo porque no hay prevención ni recursos suficientes para controlar el tránsito de manera adecuada”.
En este sentido, la legisladora menciona también la precarización de los agentes de tránsito, una situación que salió a la luz ante la trágica muerte de Cinthia Choque. “Los agentes trabajan como monotributistas para el Gobierno y sin la protección ni los seguros que corresponden”, señala. “El Estado debería dar el ejemplo. Está claro que lo que a Larreta le interesa es adjudicar las obras, donde sus amigos tienen los negocios. Todo lo que viene después de eso ya no le importa porque no supone un negocio sino una inversión en la gente. Y lo que más indigna justamente es que los recursos para hacerlo bien existen”.
Néstor Sebastián, presidente de la Asociación de Ciclistas Urbanos (ACU) y licenciado de seguridad vial, explica que las reformas de las ciclovías favorecieron que haya más ciclistas, pero advierte que su optimización llegó a un tope porque ya no da respuestas en la velocidad de traslado, y algunas, como la de la calle Billinghurst, están colapsadas por la cantidad de ciclistas que la transitan a diario.
Sebastián asegura que las cifras oficiales de la Ciudad de Buenos Aires son “bastante acertadas” cuando se refieren a muertes en el lugar del hecho, y adjudica el aumento de víctimas al aumento de obras y al de ciclistas. Los números nacionales, sin embargo, no son tan confiables.“Como en todo el mundo, las estadísticas nacionales se difunden con cierto retraso, porque hay que recolectar la información de 24 jurisdicciones de las cuales no todas están adheridas, que no tienen Observatorio de Seguridad Vial, ni calidad ni recepción de datos, o simplemente voluntad de ofrecerlas al Gobierno. Sin embargo, ese no es el principal problema para recoger información, sino que hay dudas sobre la veracidad de algunos números que envían las provincias”, afirma.
Sebastián dice que “los números están” y que lo que no está claro es cómo ocurren los accidentes, si se dan en plena intersección o antes. El presidente de la ACU subraya que la cantidad de incidentes por las ciclovías son muchísimo menores, pero reconoce la inexistencia de políticas específicas referidas a los riesgos que sufren los usuarios de bici.
“Desde la asociación proponemos un cambio de paradigma en cuanto a cómo encarar la seguridad vial de los modos vulnerables, que serían el peatón y el ciclista. Hay que poner el énfasis en las fuentes de peligro, que son las carrocerías automotores. Los automovilistas no respetan la señal de pare en la intersección. A su vez, el peatón no se inhibe ante la bicicleta porque no genera la misma sensación de peligro que la de un automotor”, analiza.
Cuestión de números
La base de datos de Buenos Aires Ciudad, en su sección movilidad, incluye un informe sobre el volumen anual de ciclistas que circulan por distintos cruces de CABA, realizado por el Ministerio de Desarrollo Urbano y Transporte, que registra más de 500 crucesdesde el 2013 al 2018, en distintos horarios y distintas comunas de la ciudad. La Comuna 1, que incluye a los barrios de Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo y Montserrat y por la que circulan un millón de personas por día; contempla la mayor tasa de mortalidad de ciclistas.
Entre 2009 y 2019, se construyeron 200,4 kilómetros de ciclovías. La red alcanza todas las comunas y 41 de los 48 barrios porteños. No obstante, las organizaciones sociales defensoras de los usuarios de bici denuncia que la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) publica sus estadísticas un año tarde, y que faltan datos oficiales.
Fotos: Secretaría de Transporte del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires