Por Agustina Fernández Mallo

El mundo venía pateando la crisis económica y financiera desde 2008 y con la Covid-19 se le acabó la nafta”, aseguró el economista y ex asesor del Banco Central Juan Valerdi, durante una conferencia de prensa online exclusiva para alumnos de la escuela de periodismo Tea, realizada el 4 de mayo. Durante casi dos horas, habló del futuro de la globalización, del gobierno de Alberto Fernández y del de su par brasileño, Jair Bolsonaro, de la deuda nacional, de las multinacionales y hasta de las criptomonedas.

Es la tormenta perfecta.” Así definió Valerdi la crisis que golpea y golpeará al mundo, sin olvidarse de aclarar que “no es producto del coronavirus, como a muchos les conviene que la gente crea”. Especificó la fórmula del momento crítico, que consiste en el descontrol de las finanzas y en una actividad productiva desconectada y por encima de la capacidad de regulación de los Estados. Esto último, siempre según Valerdi, se registra desde que se abandonó el patrón oro, lo que generó “un delirio financiero”, que se gane enormes cantidades de plata, no se paguen impuestos y se fuguen capitales. “Esos capitales van a las guaridas fiscales pero no quedan ahí estancados, sino que se reciclan. Se piden intereses, se los enchufa a los países como deuda y luego viene el ajuste”, explicó.

El tributarista descree que la pandemia de coronavirus implique el fin del capitalismo, pero sí asegura que va a tener que reconvertirse. “Sinceramente, me preocupa más que el ingreso mínimo universal sea utilizado como un paliativo para que este descontrol siga adelante y la población esté más o menos calmadita”. A continuación, afirmó que parte de la reestructuración de este sistema tiene que ver con la implementación del 5G, que define la norma tecnológica. “No sólo se enlaza con las cuestiones económicas sino también con el espionaje. Quien maneja la información del mundo y la big data, que ahora está teniendo sus más altos picos, es quien tendrá el poder”.

Los contendientes de esta guerra son Estados Unidos y China. “Trump trata que América Latina no les venda cosas a los chinos y que los chinos no puedan invertir en la región. De nosotros, los argentinos, depende que saquemos ventaja de esa puja haciendo un equilibrio”. A continuación, explicó que el beneficio que podría tener la Argentina es que Estados Unidos invierta en el país para ser un tapón para China; pero si se negocia mal, “se entrega todo por nada, como hizo Macri.

En su cuenta de Twitter, el economista se da a conocer, entre tantas otras definiciones, como “fanático de nada ni nadie”, y le hace honor. Las duras críticas al ex presidente Mauricio Macri no lo vuelven complaciente con Alberto Fernández. Y aconsejó: “No es momento para que el Gobierno pida permiso o tome decisiones tibias, hay que ir a fondo”. En esa línea recomendó vigilar más de cerca a los bancos y a los formadores de precios, aplicar el impuesto a las ganancias y “aflojar” [en materia tributaria] a la clase media: “Los ricos se niegan a que les quiten el uno por ciento para que después no vayan por el 20. La Argentina se debe una imposición progresiva. El problema que tiene el país es que no les cobra a los que tienen de más, a las multinacionales, a las grandes empresas; le cobra a la clase media y no les puede cobrar a los pobres”.

Para la Argentina, Brasil es el principal destino de las exportaciones. Para Brasil, la Argentina es el cuarto socio comercial. El estatal Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea, en portugués) publicó recientemente un informe que revela que las exportaciones e importaciones de Brasil podrían caer hasta un 20,6 por ciento este año a causa de la pandemia, teniendo como base las proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Para Valerdi, esta relación comercial es más preocupante que la de Estados Unidos y China porque tiene mayor impacto en el valor del dólar. “La otra discusión es a cuánto debería estar el tipo de cambio que necesitamos después de esta gota que rebalsó el vaso”, planteó.

A una semana del cierre de canje de deuda, el ministro de Economía, Martín Guzmán, ratificó que el Gobierno no mejorará la oferta. Al respecto, Valerdi afirmó: “Para salir de esto hay que negociar a cara de perro y tener capacidad de gestión. Si bien soy optimista y creo que el presidente Alberto Fernández y compañía, por una cuestión de supervivencia, van a lograr la renegociación, hay que poner gurkas en varios sectores de los ministerios. Este gabinete fue creado para una realidad totalmente diferente”.

Sin embargo, al economista le “sorprendió muchísimo” la renegociación de la deuda. “No me imaginaba que alguien le podía decir al FMI que por tres años no le vamos a pagar porque no hay un peso, encima en medio de una cuarentena. Espero que sea una jugada maestra en la que, si nos vamos al default, sea por la codicia de los acreedores”. El también docente de la Universidad de La Plata explicó que la explotación del yacimiento de Vaca Muerta debía financiar en dólares el pago de la deuda, pero ahora, con el barril de petróleo a veinte dólares, “está más muerta que nunca”. En este contexto, la reactivación económica de la Argentina podría llevar un mínimo de tres años. “Recién ahí podríamos empezar a pensar en el pago”, concluyó.