Por Agustina Fernández Mallo
A pesar de que 2019 es un año “inundado” por la política, la economía no puede ni debe quedar relegada, en tanto las propuestas de cada frente determinarán el voto de miles de ciudadanos. Las principales fuerzas políticas ya definieron sus alianzas electorales de cara a las PASO del 11 de agosto y de las elecciones generales del 27 de octubre. Sin embargo, en la semana del cierre de listas, sólo un frente anunció medidas concretas para retroceder el avance de la pobreza (32 por ciento de la población) y la indigencia en el país (6 por ciento).
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) publicó, en uno de sus últimos informes, que el porcentaje de hogares por debajo de la línea de pobreza en el segundo semestre de 2018 era del 23,4 por ciento. Esa cifra estaba cinco puntos por debajo el semestre anterior. No son pocos –ni simples–, entonces, los problemas económicos que deberá resolver –al menos, paliar– uno de los siete frentes electorales: Juntos por el Cambio, Frente de Todos, Consenso Federal, Frente de Izquierda y de los Trabajadores-Unidad, Frente Despertar, Frente Nos y Frente Patriota.
Alberto Fernández y Sergio Massa conforman el frente opositor más grande. Massa formalizó así su salida de Alternativa Federal apenas un día después de que otro fundador del espacio, Miguel Ángel Pichetto, confirmara que secundaría como vice a Mauricio Macri en la fórmula de Juntos por el Cambio (ex Cambiemos). La diáspora había sido iniciada por Roberto Lavagna con el anuncio de la creación de Consenso Federal 2030, con el salteño Juan Manuel Urtubey como compañero de fórmula.
A pesar de que todavía no están confirmados los equipos económicos de cada candidato, ni mucho menos un plan para salir de la crisis que atraviesa el país, a menos de dos meses de las PASO y a cuatro de las generales, los economistas cercanos a la fórmula Fernández-Fernández tienen un rumbo claro: algunos de ellos proponen un acuerdo social para salarios y retenciones al trigo y al maíz, mientras otros se inclinan por la regulación de precios. Casi todos coinciden con frenar los tarifazos. Con sus matices, todas estas políticas existían, pero fueron desarticuladas por Macri.
El ex ministro de Economía Axel Kicillof es el candidato a gobernador bonaerense de la alianza Frente de Todos. En los últimos meses detalló las políticas económicas que desarrollaría el kirchnerismo en caso de ganar en octubre. El diputado planteó reiniciar el camino de la industrialización, revitalizar el mercado interno a partir de la recomposición de los salarios, continuar la política energética que empezó con la estatización de YPF y renegociar el acuerdo con el FMI.
Y el 18 de junio, a cuatro días del cierre de listas, el Frente de Todos presentó su plataforma electoral, donde declara que “las primeras medidas a tomar por el nuevo gobierno deberán estar asociadas a las situaciones de emergencia“, como “el cuidado de los sectores en condiciones de mayor vulnerabilidad”. Entre otros puntos, propone “implementar la declarada emergencia alimentaria y nutricional” y “promover el desarrollo de la economía social”.
Hace no más de tres meses, Miguel Pichetto definió como “paliativos” a los funcionarios del oficialismo –cuando era opositor– y criticó que no “abordaran la problemática estructural de la economía argentina“. Además, a diferencia de Kicillof, afirmó que le pagaría la deuda al FMI. El candidato a vice aseguró que, de ganar su fórmula, los planes sociales durarían como máximo “un año” y queno se jubilaría “nadie” que no haya hecho aportes previsionales. “La apuesta que hay que hacer es ir a un plan industrial. De eso tenemos que discutir, no de los pobres, de los planes y los plancitos. Se acabó la beneficencia”, determinó.
El peronista no kirchnerista Sergio Massa, luego de anunciar su unión al Frente de Todos, no explicitó sus medidas económicas para disminuir la pobreza. Sin embargo, el tigrense planteó el aumento de programas sociales mediante la autorización del FMI para la entrega de préstamos, la ley de eliminación del IVA a la Canasta Básica de Alimentos, que los servicios no puedan aumentar más de lo que suben los salarios, y acompañar y fomentar la producción de las pymes.
El precandidato a intendente del Partido Adelante, Jonatan Trobat, confirmó que está trabajando dentro del marco de Consenso Federal 2030. Sostuvo que su plan para terminar con el 98 por ciento de los problemas de la pobreza es utilizar el 20 por ciento del dinero que tienen los bancos. Por su parte, Lavagna pretende nacionalizar el sistema educativo “como en la generación del 80” y rebajar los impuestos, en particular para que las pequeñas y medianas empresas inviertan y tomen personal.
De cara a las próximos meses, sólo queda esperar a ver cuál de todas estas medidas se sostienen y cuáles son reemplazadas por otras más actualizadas.