Por Micaela Gallo

La Juventud del Frente de Todos es tan heterogénea como la coalición de la que es parte, pero a pesar de las diferencias, las agrupaciones estudiantiles que la forman coinciden en militar por las mismas causas: luchar contra el ajuste implementado por el presidente Mauricio Macri, pelear por los derechos de la juventud -como el acceso a un boleto estudiantil– e introducir los debates de género en sus espacios de encuentro.

“Cuidar la trayectoria de los estudiantes, garantizar el ingreso, la permanencia y el egreso, y estar atentos a las problemáticas que pueden ir surgiendo.” Estas son las metas básicas de Nuevo Encuentro, según explica Sacha Unamuno, responsable del Centro de Estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y vicepresidente de la Federación Universitaria de Buenos Aires.

Durante el gobierno del kirchnerismo la cantidad de listas que se presentaba a elecciones en las facultades de la UBA era mucho mayor, en comparación a la cantidad de frentes que se conformaron en los últimos tiempos. Dado que este año las elecciones nacionales coinciden con las elecciones de Consejo Directivo, la participación del estudiantado fue descomunal con respecto al año pasado. En 2018, sólo en la Facultad de Ciencias Sociales votaron aproximadamente seis mil personas y este año votaron nueve mil, de un padrón de doce mil estudiantes.

Una agenda en común

Los principales problemas que afrontan facultades como Filosofía y Letras y Medicina tienen que ver hoy con el sostenimiento de la cursada. Por eso, las agrupaciones de “Filo” organizaron una feria de apuntes solidaria y presentaron un proyecto al Consejo Directivo para ampliar el período de inscripción a becas. “Hay cada vez más gente que necesita acceder a una beca para sostener la cursada”, explicó Unamuno.

Este tipo de políticas progresistas son las que ayudaron a esta organización a alcanzar la presidencia en una facultad donde solía ganar la izquierda. Por otro lado, en la Facultad de Medicina, la lista 39, conformada por Sinapsis, El Torrente y Miles, entre otras organizaciones, enfrenta el problema de la oferta de materias, ya que muchos de los ayudantes son ad honorem y varios se vieron obligados a cambiar por otros trabajos remunerados.

“Nosotros hacemos mucho hincapié en la permanencia y en lo que cuesta estudiar cualquier carrera de la salud, lo difícil que es y el poco acompañamiento sobre todo en los primeros años”, explicó Agostina Kadomoto, responsable de la agrupación Sinapsis. “Por eso tenemos un sistema de tutorías, que son clases de apoyo previas a los parciales de primer año”.


Los ejes abordados por El Mate, de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, son el ajuste del macrismo en la educación y el feminismo. “Son las dos cosas que venimos tratando y esperamos que tenga tanto éxito porque es una facultad que se ha posicionado muy en contra de Mauricio Macri y su gobierno, explicó Manuela Salvatierra, representante de la agrupación. El año pasado, durante la presidencia del Mate, los militantes crearon Punto Violeta, el primer espacio feminista de la UBA, y desde allí hacían consejerías de aborto. También entregaron becas y una tarjeta de descuentos para algunos de los comercios de la zona con el fin de que los estudiantes tuvieran acceso a momentos de recreación.

El aumento en el transporte es el impedimento principal que tienen los estudiantes para seguir cursando y es un punto en común en las demandas de Nuevo Encuentro en Filo y Sinapsis en Medicina. “No es casualidad que te cueste más venir a estudiar, te cuesta más venir a estudiar porque hay un gobierno que decide que te cueste más venir a estudiar”, dijo la estudiante de la agrupación Sinapsis.

La crisis llegó hasta el sector más privilegiado”, recalcó Kadomoto haciendo alusión al impacto de las medidas económicas en la Facultad de Medicina, donde, por ejemplo, no hay menú estudiantil en la cafetería, lo que hace más difícil los días de muchas horas de cursada. Para Unamuno, los recortes hechos por Macri fueron tomados de forma muy negativa por el sector universitario, porque el estudiantado siente que su futuro se vio recortado por el ajuste en el Conicet, el congelamiento de las becas Progresar y el salario de los docentes. Todo eso, asegura, hizo que “padecieran de una manera particular el macrismo”.

De la atomización al frentismo

La situación del país provocó un cambio en la organización política de las agrupaciones universitarias. “Durante el kirchnerismo no existían estos frentes de unidad tan grandes”, explicó Salvatierra, del Mate de Sociales. “La lógica del Frente de Todos se replicó durante el macrismo en la facultad, entendiendo que la única manera de enfrentar y ser oposición era en unidad”.

A nivel nacional, el Frente de Todos engloba una cantidad de jóvenes militantes inmensa, muchos reunidos en los diferentes centros de estudiantes y agrupaciones universitarias, donde militan día a día. Por ser tantos carecen de un referente joven que los represente a “todes”, pero los mismos responsables de agrupaciones estudiantiles, como Agostina Kadomoto y Manuela Salvatierra, creen que esa figura podría estar surgiendo y es la de Ofelia Fernández. “Tal vez porque es muy joven, porque es mujer, porque es enérgica, porque es feminista”, describió Manuela, “creo que ella hoy está tomando la posta de la juventud dentro de lo que es el Frente de Todos”.