Por Nicolás Ponisio
Después de la derrota por 2-1 frente a Tigre la semana pasada, el equipo de Liniers lleva 13 partidos sin ganar por el torneo local y se encuentra cada vez más cerca del fondo de la tabla anual y, por lo tanto, del descenso. El Fortín no consigue una victoria en la Liga Profesional desde el 21 de marzo, cuando venció a Central Córdoba por 4-0 en la octava fecha. Desde los hinchas se critica a una dirigencia que no supo cómo o no quiso invertir la plata que ingresó al club por la venta de jugadores. El club está dinamitado y los hinchas ya no saben cómo pedirle a sus dirigentes que hagan algo para salvarlos de la B.
Hasta principios de mes, el director técnico era el histórico Ricardo “El Tigre” Gareca, que asumió el 8 de marzo con la esperanza de sacar a Vélez de su mala situación. Pero no fue así y abandonó su cargo impulsado por los malos resultados. Su segunda etapa en el club terminó con una victoria, siete empates y cuatro derrotas. Durante su primera etapa al mando del equipo, Gareca obtuvo cuatro campeonatos.
¿Su salida era la solución? Parece ser que no, porque luego de su renuncia tomó el mando Marcelo Bravo, que duró apenas cuatro partidos. Obtuvo tres derrotas y sólo una victoria por 5-1 frente a Deportivo Español por la Copa Argentina. En el banco se sentará Sebastián “Gallego” Méndez, una figura del club.
Para los más críticos, el problema es claro: la falta de jugadores de experiencia y jerarquía. De los 24 integrantes del plantel, apenas cuatro superan los 30 años y once tienen menos de 25. Y esto no es por falta de dinero, porque el club es un gran exportador de figuras jóvenes al exterior. Desde la llegada de esta dirigencia, en diciembre de 2017, se vendieron jugadores por más de 70 millones de dólares, mientras que el gasto en ese rubro fue de 20 millones.
La ex sub-gerenta administrativa del Fortín, María Angélica Galbusera, es crítica del camino tomado por la dirigencia: “Vélez siempre trabajó muy bien y de manera intensa con sus divisiones inferiores, por eso obtuvo en ese ámbito los resultados que mantiene hasta hoy. Pero los chicos de Reserva suben a Primera sin experiencia, y eso pesa más allá de de su calidad y de la voluntad que ponen. Es por eso que la incorporación de jugadores de renombre y con más recorrido para acompañar en las posiciones debilitadas es muy importante, pero esta comisión directiva eligió tomar otra dirección, porque los pocos que llegaron no fueron bien elegidos”.
Galbusera agrega: “No sirve de nada traer jugadores que ya están en el final de su carrera y no tienen todo para dar. Se creen que incorporando jugadores que llegan libres les va a salir barato, pero no, porque después no te rinden en lo deportivo. Hay que comprar jugadores que puedan estar cuatro o cinco años en el club, pero para eso hay que gastar y la plata que ingresa no se sabe adónde va, porque en la última asamblea le aprobaron el balance raspando. Claramente, hay algo en lo económico que no anda, porque se invirtió en lo institucional, pero tampoco tanto como para que después no te quede nada para lo deportivo. Vélez está complicado con el descenso, pero si se salva y esto sigue así, el año que viene va a estar peor”.