Por Francisco Sciaky

En medio de las definiciones rumbo a las elecciones legislativas, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, volvió a insistir en la necesidad de un acuerdo entre La Libertad Avanza (LLA) y el PRO en la provincia de Buenos Aires. Mientras el expresidente Mauricio Macri puso en duda esa posibilidad, Francos fue tajante al afirmar que la alianza “es la única forma de frenar al kirchnerismo en el distrito más importante del país”.

En declaraciones a TN, el funcionario sostuvo que viene impulsando esta alianza desde hace tiempo. “Queremos un acuerdo con el PRO en la provincia, lo vengo diciendo hace mucho. Sería ridículo que los que pensamos parecido no vayamos juntos“, expresó. Frente a la negativa de Macri, quien esta semana negó que exista un pacto real entre ambos espacios, Francos retrucó: “Puede ser que el Presidente no me escuche”.

También remarcó que las fotos que circularon en los últimos días entre referentes de ambas fuerzas –incluida Karina Milei– “no son solo fotos”, sino el reflejo de reuniones y negociaciones en curso. “Eso es un símbolo de una fuerza que se está construyendo”, dijo antes de destacar que el PRO fue uno de los aliados legislativos más firmes desde el inicio del gobierno de Javier Milei: “Desde el DNU 70/23 y la Ley Bases, quienes más nos apoyaron fueron sus diputados”. Sin embargo, marcó diferencias en el escenario porteño al afirmar que “una cosa son las elecciones locales y otra las nacionales”.

Consultado sobre la posibilidad de que Cristina Fernández de Kirchner vuelva a ser candidata, Francos fue categórico: “Para mí, no tiene ninguna chance. Tiene una imagen negativa muy alta”. Aunque dudó de que la exmandataria compita por una banca en la Legislatura bonaerense, no descartó completamente ese escenario: “Sarmiento fue presidente y después concejal en la ciudad. Todo puede pasar”, ironizó.

La discusión sobre las alianzas en Buenos Aires, bastión clave para cualquier proyecto político, promete seguir generando tensiones internas tanto en LLA como en el PRO, en un año donde el oficialismo busca ampliar su base de apoyo sin perder identidad.