Por Lautaro González Schinca

La bomba política que hicieron estallar Alberto Fernández y Cristina Fernández al anunciar la precandidatura de la fórmula para las elecciones presidenciales cambió el panorama de las encuestas y sembró mucha incertidumbre en las consultoras.

Juan Germano, director de Isonomía, asegura que es muy temprano para hacer un análisis de cómo impactará la fórmula en las encuestas. En cambio, hay una gran certeza entre los expertos: la decisión de los dirigentes políticos más influyentes de polarizar a la sociedad afecta claramente a los del “medio, como denomina Germano a alternativas como Roberto Lavagna, Sergio Massa o José Luis Espert. De acuerdo a su análisis, esta decisión de Unidad Ciudadana puede llegar a captar muchos votantes “indecisos”, que hoy suman el 14 por ciento.

El director de Isonomía recomienda tener más templanza a la hora de analizar el panorama electoral:los futuros votantes todavía no “digirieron” la noticia y podrían presentar una especie de “emoción violenta”, asegura. “Es como si hoy hiciéramos una encuesta en San Juan y los votantes dijeran que el principal problema es la corrupción. Pero, si al día siguiente ocurre un terremoto que destruye toda la ciudad y hacemos una encuesta, dará como principal problema las viviendas destruidas. Después, si volviéramos en una semana, los números van a decir que la mayor problemática es el hambre debido a las consecuencias de la catástrofe. Lo que hay que hacer cuando estallan estas bombas que cambian todo el panorama es tener paciencia y dejar que las cosas se apacigüen”, afirma.

Juan Germano, director de Isonomía, sostiene que la fórmula F-F afecta a los candidatos de las fuerzas intermedias.

El resto del tablero

Germano está convencido de que el PRO lanzará a Mauricio Macri como candidato a presidente: no ve posibilidades de una candidatura de María Eugenia Vidal a nivel nacional. De acuerdo a su razonamiento, una de las principales razones es que llevar a la actual gobernadora de la provincia de Buenos Aires como precandidata a presidenta o vice denotaría “debilidad” de parte de la alianza gobernante.

El escenario frente a las próximas elecciones se complica aún más dado que los datos demuestran que la ciudadanía ya no se vincula con los partidos políticos como hace 50 años. Esto hace que las decisiones sean cambiantes y afecten a las encuestadoras a la hora de medir voluntades. De allí que Germano pida tomar con pinzas los primeros datos de cualquier medidora, más allá de su inclinación o relación partidaria.

Además, el consultor aclara que la principal dificultad a la hora de hacer una encuesta que dé resultados precisos está en el análisis de la gran cantidad de variables que entran y salen de agenda, desde las causas judiciales que jaquean a la ex presidenta a las variables económicas y sociales que están derrumbando la actual gestión.