Por Candela Contreras y Annie Haines
La tensión entre productores agropecuarios y fundaciones ambientalistas crece cada vez más. En Chubut, pequeños y medianos productores denunciaron que el avance de las reservas de pumas y zorros generó una veintena de ataques de estos animales a sus ovejas en diferentes establecimientos. Por esta situación, reclamaron una audiencia con el gobierno provincial para reforzar la ley que permite la caza del “animal problema”.
Por su parte, desde la fundación Vida Silvestre insistieron en la necesidad de derogar la ley que regula la caza. Para eso, decidieron juntar firmas a través de su página web y revelaron que en 2017 se cazaron 5 mil zorros colorados y 250 pumas en la provincia de Chubut, según datos oficiales de la Comisión de Control de las Especies Depredadoras. “Hoy es matar por matar, no tiene ningún tipo de lógica y hasta puede agravar el conflicto”, expresó Manuel Jaramillo, director de la fundación Vida Silvestre.
Desde el Gobierno provincial sostienen que sólo hay que revisar la normativa y aseguran que están trabajando en ese sentido. “Creo que los tiempos van cambiando y hay que ir aggiornando, lo que no quiere decir que la ley sea buena o mala”, dijo Leandro Cavaco, ministro de Agricultura, Ganadería, Industria y Comercio de Chubut.
Ley provincial
En 1995 se sancionó en la provincia patagónica una normativa para el control de especies depredadoras de la hacienda ovina, que permite la caza de zorros y pumas en caso de que se considere en riesgo el ganado.
“La redacción de la ley es uno de los puntos a revisar. Otro son los fondos que se generan por la caza y su destino; me parece que eso es lo más controversial que tiene hoy la ley”, aseveró Cavaco. A esta conclusión llegó luego de reunirse con el titular de Vida Silvestre, con quien, dijo, tiene “más puntos en común que en disidencia”.
El funcionario chubutense hizo referencia a los fondos públicos que supuestamente deberían destinarse para el pago de las pieles de los animales cazados. El ministro aseguró que la provincia no destina dinero, sino que los fondos se recaudan a través de una tasa que pagan los productores y compradores de lana que, luego de la venta, se entrega a los cazadores. El pago estipulado entre las partes es de mil pesos por la piel del zorro colorado y cinco mil por el cráneo y la piel del puma, valores que son administrados por los productores con las sociedades rurales. Cavaco explicó que se trata de un tema que está, desde su perspectiva, “mal encarado conceptualmente”.
“Hace unos meses el gobierno aumentó los precios estímulo e hicieron una campaña de fomento para que los productores se capaciten y compren trampas, con el fin de cazar a estos animales”, manifestó el titular de Vida Silvestre y ratificó que esta no es una solución, debido a que si uno caza a un puma que no pone en riesgo el rebaño, puede aparecer otro que sí lo haga.
El ministro Cavaco recordó que en Chubut la matanza del puma y del zorro está prohibida. Lo que sí se permite y habilita es la caza del “animal problema”, como se lo llama, en casos puntuales y particulares. El objetivo es encontrar el equilibrio para que se pueda convivir en un ecosistema de producción sustentable entre los depredadores y los hacendados. A su vez, aseguró que se hacen constantemente capacitaciones para que los productores empiecen a tener más recursos y herramientas para disuadir al depredador y no llegar a la caza. “Hay casos en los que se han reubicado pumas, pero implican costos, genera estrés para el animal y puede perder su capacidad de vivir en la naturaleza. Otra opción es una vida en cautiverio, pero debe ser super digna, en la que se tenga que destinar mucho dinero. La última opción es la eutanasia, aunque es algo terrible, pero así la muerte no es traumática”, explicó Jaramillo, de Vida Silvestre.