Por Matías Arcapalo y Sofía Barragán

A más de dos semanas del intento de homicidio a la vicepresidenta de la Nación, Cristina Kirchner, un informe de la Red Argentina para el Desarme señala que hay entre 4 y 5 millones de armas circulando en el país. Adrián Marcenac, miembro de la Red Nacional de Desarme, considera que “el atentado no va a provocar ningún cambio en la política de armas”, porque “lo único que ha producido es profundizar la grieta de un lado y de otro”.

De todas maneras, como respuesta al episodio sucedido con la vicepresidenta, la Cámara de Diputados aprobó ayer la demorada prórroga del Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego hasta el 31 de diciembre de 2023. La iniciativa contó con 189 votos a favor, 13 en contra y una abstención. 

Este programa se basa en la entrega voluntaria y anónima de armas de fuego y municiones. Además, concede el indulto por delitos de tenencia y portación ilegítima de armas de fuego, y también un incentivo económico a quienes decidan deshacerse del material controlado.

Para Adrián Marcenac, miembro de la Red Nacional de Desarme y padre de Alfredo Marcenac, asesinado en 2006 por Martín Ríos, conocido como el tirador de Belgrano, sostiene que actualmente la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMaC) trabaja con seriedad, avanzando y tratando de normalizar el desmanejo que caracterizó en otras épocas al organismo que regula las armas en Argentina desde 2015 y cuyas principales funciones son la aplicación, control y fiscalización de la Ley Nacional de Armas y Explosivos 20.429. 

Según Marcenac, la ANMaC comenzó a funcionar de la manera en la que se pensó originalmente cuando se decidió el reemplazo del Registro Nacional de Armas (RENAR). Hoy hay alrededor de  1.727.102 armas registradas, mientras que, según estima la Red Argentina de Desarme, “la cantidad real de armas de fuego circulando (entre registradas y no registradas) ronda entre 4 y 5 millones”. Sin embargo, el 75% de las licencias están vencidas. Por lo tanto, “el universo de usuarios autorizados propiamente dichos, es decir, con su credencial al día, y esto implica, entre otras cosas, un control psicofísico adeudado, ronda los 250.000 usuarios, del alrededor de millón de usuarios en total)”. El 98% de ellos son varones. 

En relación al intento de homicidio contra la vicepresidenta de la Nación, Marcenac considera: “Creo que no va a provocar ningún cambio en la política de armas en el país, lo único que ha producido es profundizar la grieta de un lado y de otro”. 

Sobre la prórroga del Programa de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego, el diputado nacional del PRO por la provincia de Córdoba Héctor Baldassi opina: “El gobierno es quien tiene el poder de policía, para eso están las fuerzas de seguridad federales y las policías provinciales, para cuidar a la gente de cualquier agresión a sus derechos. Por eso estoy de acuerdo con el programa, porque parto de la regla de que el Estado debe tener el monopolio del uso de la fuerza”.

Baldassi asegura que el Programa Nacional de Entrega Voluntaria de Armas de Fuego ya se ha convertido en una política de Estado, y el consenso en este tema ha hecho que la Ley N° 26.216 de Armas de Fuego del 2006 con sus prórrogas, ya lleva 16 años de vigencia. Han pasado diferentes gobiernos de distintos signos políticos y esta idea es considerada la más adecuada”

COMO OBTENER UN ARMA EN ARGENTINA

La Ley Nacional de Armas y Explosivos (n° 20.429) establece que una persona que quiere tener un arma debe, previamente, solicitar la credencial de Legítimo Usuario de Armas de Fuego, que determina la capacidad tanto psicológica como profesional para utilizar un arma. 

La tenencia de un arma habilita al legítimo usuario a transportarla descargada, con cargador y municiones por separado y a usarla con fines lícitos (para caza, tiro deportivo, etc). La portación habilita a llevar el arma cargada en la vía pública, y tiene una vigencia de un año, es decir que cada año el usuario debe someterse nuevamente a las evaluaciones con los mismos parámetros. En cambio, la tenencia es definitiva, siempre y cuando la Credencial de Legítimo Usuario -que debe renovarse cada cinco años- esté en vigencia. Fuentes de la Red Argentina para el Desarme informaron: “La mayoría de las armas de fuego en nuestro país circulan en forma ilegal. Las encuestas sobre presencia de armas de fuego, que son anónimas, históricamente permitieron estimar que el número total de armas de fuego circulantes en nuestra sociedad llega a triplicar el número de armas de fuego registradas”.

Edición: Francisco Kovacic y Julián Carlotto