Por Francisco Kovacic González

“El día que me muera no tienen que llorar, tienen que hacer una fiesta en la Plaza”, dijo Hebe María Pastor de Bonafini, conocida popularmente como Hebe de Bonafini, en un documental filmado por la Asociación Madres de Plaza de Mayo, organismo que condujo desde su fundación, en 1977. 

Quizá por eso fue que Demetrio Iramain, hombre del entorno de la Asociación y cercano a la figura de Hebe de Bonafini, definió su despedida como “una marcha de celebración”. “Estallar la Plaza como estuvo hoy -dijo- y estar dispuestos a no bajar los brazos, como ella nos enseñó, es sin duda el mejor homenaje que podíamos hacerle.”

Distintas organizaciones sociales y políticas se acercaron a la Plaza de Mayo ese jueves 24 de noviembre para despedir a la histórica referente del movimiento de derechos humanos. También participaron dirigentes nacionales, como el ministro de Desarrollo de la Comunidad de la provincia de Buenos Aires, Andrés Larroque, y intendente de Ensenada, Mario Secco. “De los dirigentes que estaban en primera fila, eran de los más conmocionados. No es para menos, ya que tenían una gran relación con Hebe”, contó Gian Luka Cámpora, periodista y, al igual que Iramain, cercano a la Asociación Madres de Plaza de Mayo. 

Otra de las figuras presentes fue el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. “Ella creía verdaderamente que Axel será el próximo gran dirigente que va a tener el peronismo. Y eso me parece fundamental recalcarlo, porque es la única persona a la que nunca criticó”, agregó Cámpora, visiblemente emocionado.

Cientos de personas estuvieron presentes. Las banderas orgánicas, correspondientes a organizaciones políticas como La Cámpora, Peronismo Militante y el Frente Social Peronista, no faltaron entre las más destacadas en la columna que se acercó hasta la plaza. También hubo una visible participación de sindicatos y centrales obreras, como la CTA-Autonóma, liderada por el referente de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) Hugo “Cachorro” Godoy. 

“Hebe siempre tuvo la capacidad de sintetizar de mejor modo y hacer que como colectivo se superen cada una de las individualidades que compusieron la Asociación de Madres de Plaza de Mayo desde que se formó en 1977. Y eso no es poco. Es un liderazgo que dentro del grupo fue creciendo, profundizándose, manteniéndose y confirmándose día a día, mes a mes y año a año”, sustuvo Iramain.

Las cenizas de Hebe descansan hoy junto a las de Azucena Villaflor, otra de las madres fundadoras y símbolo de la resistencia contra la dictadura militar, al pie de la Pirámide de Mayo, en el centro de la plaza y justo enfrente de la Casa Rosada. Los restos mortales de Villaflor fueron sepultados allí en 2005.

Algo evidente tanto para quienes se encontraban acompañando el homenaje de forma presencial en la plaza como para quienes lo siguieron por televisión fue la fuerte presencia juvenil en el evento. Y no es para menos, dado que la Asociación Madres de Plaza de Mayo hizo una fuerte convocatoria durante los últimos días a través de las redes sociales para invitar a que la gente se movilizara. Los jóvenes fueron una parte visible.

“Hebe deja un legado que se resume en que, básicamente, ante el dolor y la adversidad hay que seguir la lucha. Y la lucha hacerla teniendo en cuenta toda la coyuntura. Hay que salir a luchar y putear, si es necesario, a quien haya que hacerlo. Y siempre con las mismas ganas. Eso Hebe lo sostuvo hasta la última marcha que hizo hace dos semanas. Siempre reclamando y mirando la actualidad”, contó Cámpora.

Iramain cerró con lo que él cree que Hebe dejó a sus compañeras y a todo el país: “Su legado es que hay que militar. Y hay que comprometerse y hacer política pensando siempre en el otro. Nunca pensando en uno mismo”.