Por Matías Szwarstein (@mati_szwarstein)

La guerra de Ucrania es un conflicto complejo que no empezó con la invasión por parte de Rusia el 24 de febrero de 2022, sino que lleva por lo menos diez años.

Entre finales de 2013 y principios de 2014 se llevó a cabo la revolución del Euromaidán en Kiev, luego de la cual el expresidente ucraniano Viktor Yanukovich fue destituido debido a su decisión de estancar las negociaciones que el país tenía para acceder a la Unión Europea y a la OTAN. A su vez, se desató una guerra en el Donbás entre las fuerzas ucranianas y grupos separatistas de las regiones de Donetsk y Lugansk.

LOS PRIMEROS MOVIMIENTOS

A principios de 2022, el ejército de la Federación Rusa invadió Ucrania por tres frentes: el primero, desde Bielorrusia, que tuvo poca efectividad ya que fracasaron en la toma de la capital, Kiev. El segundo y más efectivo fue desde Donbás, donde los rusos estuvieron a las puertas de Járkov, una de las ciudades más importantes de Ucrania. En el tercer frente, el de Jersón, Rusia logró llegar hasta la ciudad de Mykolaiv, aunque no pudo tomarla.

Sin embargo, en septiembre y octubre el ejército ucraniano realizó dos grandes contraofensivas casi en simultáneo por la que lograron sacar a las fuerzas rusas de la casi totalidad del óblast de Járkov, una de las 24 unidades administrativas en las que se divide el país. En aquella campaña consiguieron retomar el control sobre Lyman, Kupiansk e Izium, tres nodos logísticos clave para Rusia por la presencia de vías de ferrocarril que las conectan con la región rusa de Belgorod. Luego, el ejército ucraniano logró recuperar la orilla este del río Dniéper, uno de los más importantes de Europa.

En septiembre, Ucrania retomó el control de Kupiansk.

A principios de 2023, Rusia lanzó una ofensiva en Donetsk en la que capturó las ciudades de Soledar y Bajmut, dos puntos logísticos importantes. Al mismo tiempo, Ucrania bombardeó puntos de concentración de tropas rusas, cuarteles y depósitos de munición en los territorios ocupados, objetivo logrado gracias a los sistemas de cohetes de artillería HIMARS proporcionados por Estados Unidos y los misiles Storm Shadow donados por Reino Unido. Hasta ese momento, Ucrania realizaba una contraofensiva en el sur del país, en el óblast de Zaporizhia.

RUSIA EN CONFLICTO

Actualmente en Rusia existe un conflicto a gran escala entre el Ministerio de Defensa, a cargo de Sergei Shoigu, y la compañía paramilitar privada Wagner, cuyo comandante es el empresario multimillonario Yevgeny Prigozhin. Al respecto, el magíster en Relaciones Internacionales Ignacio Hutin explicó: Todo lío que hace Rusia beneficia a Ucrania: si Rusia se enfoca en otras cosas, Ucrania se beneficia, pero, por otro lado, la guerra sigue”.

LAS CONSECUENCIAS EN UCRANIA

Ucrania ya recibió dinero y armamento por más de 37 mil millones de dólares por parte de Estados Unidos. Entre esos envíos están los lanzamisiles de mano Javelin y Stinger, sistemas Patriot de defensa antiaérea, radares occidentales, tanques M1 y M2 Abrams, vehículos de combate Bradley y sistemas y munición de artillería. Alemania y Reino Unido enviaron tanques Leopard y Challenger, respectivamente, mientras que Polonia mandó a Ucrania cazas de combate MIG-29 soviéticos, además de drones de ataque turcos Bayraktar.

Los sistemas Patriot de defensa antiaérea.

Mientras tanto, más de 8,2 millones de personas se fueron de Ucrania por la guerra, de las cuales 2,8 millones llegaron a Rusia, 1,6 millones a Polonia, un millón a Alemania y medio millón a República Checa. Tanto Polonia como Rumania levantaron las restricciones fronterizas que mantenían desde la pandemia y el gobierno húngaro confirmó que admitiría a todos los ucranianos que cruzaran la frontera.

Respecto al contexto europeo, Ucrania mantiene el deseo de unirse a la Unión Europea y a la OTAN, mientras que Finlandia ya entró por motivos de seguridad. Suecia aún no pudo debido al rechazo del gobierno turco por cuestiones relacionadas con su apoyo a las minorías kurdas y por considerarlo islamófobo.

Editora: Camila Mitre