Y. HAMZE, M. LASALAS, B. RÍOS, M. VEGA Y R. FATUROS

-¿Qué es lo primero que se les viene a la cabeza cuando se nombra a Fontanarrosa?
-Rudy:
 Lo primero que me sale es una risa y pensar en cuatro o cinco chistes. Él dijo una vez que en la división internacional del trabajo a los argentinos nos tocó hacer reír. Pienso en esa famosa frase “mal, pero acostumbrado“, pienso en otra de Inodoro Pereyra, “la Eulogia no es fea, es mucha“, que me hizo morir de risa. Pienso en esa visión absurda del mundo que Fontanarrosa pudo transmitir. Él era un tipo muy generoso y nos dejó muchas enseñanzas. No sé cómo se definía a sí mismo, pero yo lo definiría como un gran humorista y un tipo investigador. A mí la palabra militante no me gusta porque la identifico con una cosa de partidismo, como si al militante le bajan la línea y sigue, y eso no era Fontanarrosa. Pero últimamente estoy encontrándole otro sentido, y es que era un militante del ajuste, de lo absurdo. Se me ocurre que Fontanarrosa era uno de esos que estaban constantemente detectando el absurdo, se reía del poder todo el tiempo.

-Eduardo Maicas: Y… muchas cosas. La verdad que se lo extraña como humorista, en los paneles, por inteligente. Era un distinto, el Messi del equipo. Yo lo traté de igual a igual en su momento, y la verdad es que tengo el mejor recuerdo. Pero a su vez le tenía respeto, como una distancia que ponía su propia inteligencia, no él, porque él era popular, pero había un límite que no me animaba a cruzar porque no lo veía como un colega, sino como a un grande. Un capo que marcó un camino en el humor moderno. Pero lo primero que se me viene es su imagen sentado viendo a Rosario Central.

-¿Hay obras de Fontanarrosa que se puedan adaptar al contexto argentino actual?
-R: Adaptar, no adaptaría nada. Como no hacía un humor coyuntural sino un humor más amplio, creo que sigue siendo actual, no hay que adaptar nada.

-EC: Yo creo que sí. Él era un humorista o un pensador universal. Si bien se mostraba localista con el tema del fútbol, no lo era en el humor ni en los cuentos. Era más que nada evidencias de que sus obras pueden ser universales.

JUGANDO CON FONTANARROSA

Publicable les muestra cuatro viñetas del rosarino y les pregunta cuál creen que representa más a la realidad argentina. Los dos coincidieron en que éste es EL chiste.

-EM: Elijo esa porque cumple con su función de hacer reír, me causa mucha gracia. Además plantea un tema muy serio y lo baja a tierra llevándolo a una respuesta llana y popular.

-R: Humorísticamente y por lenguaje, me parece mejor. El humor habla de lo que no funciona casi siempre, y cuando lo que no funciona es la política…Me parece que es una exageración porque es una caricatura, pero tiene algo que ver con la realidad. Cuando las cosas están mal se habla de cómo hago para comer, pero cuando están mejor ya es más político: ¿elijo esta comida o elijo otra? Acá Fontanarrosa está cambiando un concepto cuando dice cómo se llega a fin de siglo. Estamos hablando de sociología, antropología, geopolítica, y él justamente te saca de ese tema, porque hablás de fin de siglo cuando comiste. Si no comiste, el fin de siglo te chupa un huevo. Uno te habla de los buenos tiempos y el otro de los malos. El chiste es muy actual, podría salir tranquilamente hoy.

Rudy continuó con el “juego”. Cuando se le pregunta cómo representaría él esa misma realidad, responde con texto  publicado en su columna de Página/12 el 24 de junio: “La clase media no existe, son los padres”.