Por Lautaro Yanes

Apolitical.co es una red social que reúne a funcionarios públicos de distintas partes del mundo. En septiembre esta red realizó una votación para conformar una lista con los 100 jóvenes más influyentes del mundo. Entre ellos está Camila Crescimbeni, de 28 años, directora de la juventud del Pro, el partido de Mauricio Macri, y candidata a diputada bonaerense por Juntos por el Cambio.

“Es una manera de seguir trabajando con un tono de esperanza”, dijo Crescimbeni, que tiene la difícil tarea de suceder a Pedro Robledo en el cargo al frente de la juventud macrista. Además es la Directora del Instituto Nacional de Juventud del Ministerio de Salud y Desarrollo Social de la Nación, que se encarga de brindar apoyo a jóvenes con dificultades económicas y/o académicas.

Camila cursó la secundaria en el colegio Northlands, en Olivos, al cual ingresó becada. Luego siguió aplicando para becas en el exterior. Comenzó la carrera de Ciencias Políticas en Washington and Lee University, una universidad del estado de Virginia en Estados Unidos. Finalmente, decidió abandonar la beca porque, dice, la Argentina siempre la “movió”.

De vuelta en el país, se inscribió en la Universidad de Buenos Aires para la carrera de Ciencia Política y se graduó con medalla de honor. Mientras cursaba el último año, empezó a trabajar en el Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires, “con un poco de prejuicio” en cuanto a la gobernabilidad del Pro.

Durante su estadía en el ministerio (de 2012 a 2015), encontró “un lugar abierto a los jóvenes, a los pibes”. Su función era coordinar la administración de obras públicas educativas. Entonces empezó a familiarizarse con el macrismo ya que fue “destrabando algunos prejuicios desarrollados bajo la mirada de la UBA sobre las formas de manejarse del Pro y sus prioridades”.

En 2015, cuando Mauricio Macri asumió la presidencia de la Nación, Crescimbeni aún seguía trabajando en Educación junto a Carlos Regazzoni, quien más tarde se convertiría en director del PAMI. En ese momento se le presentó la oportunidad de aplicar para una beca en Nueva York, pero decidió rechazarla ya que el entonces presidente de la Juventud Pro, Pedro Robledo, le ofreció el puesto de directora del Instituto Nacional de Juventud (INJUVE), donde trabajaría junto a él y la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. Finalmente, el mismo Robledo le cedió a principios de 2018 su puesto de presidente de la Juventud Pro para poder terminar sus estudios en China.

Crescimbeni y Robledo, referentes de Juventud Cambiemos.

Crescimbeni también es concejal en Almirante Brown, provincia de Buenos Aires, cargo en el que tuvo que renunciar a su sueldo ya que existe una ley que no permite recibir dos sueldos por parte del Estado. “Me hubiese gustado poder aprovechar ese ingreso para dárselo directamente a organizaciones de la sociedad civil con las que venía trabajando en Brown, dijo, “pero me parecía que siendo mujer y política joven, era para complicar las cosas”.

En marzo, la dirigente del Pro tuvo un conflicto en Twitter, cuando un usuario la criticó en una publicación diciendo que tenía “cagazo de laburar en el sector privado”. Dos horas mas tarde, el mismo usuario afirmó que Crescimbeni se había comunicado con él para pedirle que elimine lo que había publicado. “Es falso”, aseguró ella, “jamás en la vida se me ocurriría pedirle a alguien que baje un tweet, porque además creo que es parte de la libertad de expresión”.

En Twitter apareció el hashtag #CamiEsÑoqui, que reunía los tweets en los que se criticaba y cuestionaba la capacidad de la candidata a diputada para soportar las críticas. “Es una buena manera de curtirse y darse cuenta de que a veces en la política no es posible evitar la exposición aunque uno quiera”, dijo.

Para las elecciones de este año, la presidenta de la juventud oficialista ocupa el puesto catorce en la lista de diputados y diputadas de la provincia de Buenos Aires de Juntos por el Cambio. Uno de sus principales objetivos es la lucha por el aborto legal, una tarea difícil dentro del partido si se considera que la mayoría de los legisladores que votaron en contra de este proyecto de ley el año pasado pertenecían al oficialismo. Ella asegura que nunca recibió críticas directas dentro del partido. Cree que tiene que ver con la “diversidad de pensamientos” que existe entre sus integrantes.

De cara a las elecciones de octubre, Camila y su equipo de campaña han asumido que tienen que idear una estrategia para “aumentar el caudal de votos”, teniendo en cuenta el resultado de las PASO. Creen que es fundamental “trabajar el voto joven”. Para hacerlo, dejaron de trabajar con jóvenes de manera segmentada a partir de ciertas causas (medio ambiente, aborto legal, etc), y comenzaron a trabajar con “todos”. “Realizamos cinco reuniones por día con jóvenes en situaciones vulnerables”. Sobre el proceso de selección de estos jóvenes, no supo dar especificaciones.