Por Agustina Nievas

Desde muy temprano, personas de todo el país hacían cola en el estadio Obras, ubicado en Avenida del Libertador 7395, no sólo para entrar al show sino para estar lo más cerca posible del escenario. La emoción y la admiración de parte de toda la comunidad de Julieta Puente “copó” el barrio de Nuñez en una muestra de entusiasmo que había comenzado de manera virtual, con grupos armados en Instagram y Whatsapp para unirse, apoyarse y entusiasmarse mutuamente.

Julieta es periodista, influencer fit y personal trainer, y también un símbolo de perseverancia y superación tras haber luchado contra trastornos alimenticios. Todo comenzó en marzo del 2020, cuando por la cuarentena se vio obligada a poner en pausa su entrenamiento diario. Con la necesidad de continuar ejercitándose ideó una sesión de 45 minutos e invitó a sus seguidores a ejercitarse en simultáneo a través de las redes sociales. Primero fueron 500 personas y hoy suman más de 10 mil personas que se autobautizaron “Las Shulais”.

Además, este año Julieta pasó de hacer notas para ElTrece TV a debutar en La Academia, de ShowMatch. Aunque fue una de las primeras eliminadas, la experiencia le sirvió para aprender a bailar y hacerse más conocida. Pasó de hacer notas detrás de cámaras a estar en el escenario y ser la protagonista.

La influencer motiva a otras mujeres a aceptar sus cuerpos y a adoptar hábitos saludables.“Vas a saltar, te vas a reir y vas a sorprenderte desde que empieza hasta que termina. ¡Dejá tus excusas y vení!” fue el lema para la invitación al show de Obras, enfocado en la comunidad que Julieta tiene en Instagram, y a las que entrena y acompaña todos los días a través de posteos e historias.

De “El  Cardio de la Felicidad” también participaron bailarines como Facudo Insúa, su compañero en ShowMatch, y la banda MyA, integrada por Máximo Espíndola y Agustín Bernasconi. Fue un show para entrenar, bailar y divertirse. 

Un ejército de “Shulais”

Natalia Blatt es una de las tantas “Shulais” que siguen a Julieta desde sus inicios. Ella logró perder 50 kilos en un año sin dietas extremas ni restricciones, sin pastillas milagrosas y desde su casa. “A mí me ayudó mucho, crecí con ella en un montón de aspectos y tuve el placer de conocerla en persona”, contó Natalia. “Que estemos acá para venir a transpirar es una locura, yo trato de mostrarle a la gente que no hay excusas: yo arranqué con bolsitas de arroz y bidones de leche. Si uno tiene ganas de cambiar cambia, y hay que ponerle todo. Y Juli te lo permite hacer desde tu casa sin siquiera tener que pagar algo. Es espectacular”.

Día a día Julieta trabaja para “Los cardios”, emprendimiento que maneja desde su web. Arrancó creando planes puntuales de ejercicios con nombres originales, como el “Cardio Explotado” y “A darlo todo”, en el que incluye documentos semanales en PDF. Lo complementa con un taller de nutrición, que ofrece junto con la especialista Rosario Montaldo, y otro de abdominales, entre otras alternativas. También incorporó su propia “tiraband” para ejercicios -a la que llamó Booty by Mabel Bands- además de pesas, mancuernas, colchonetas y, en el último tiempo, su propia marca de ropa deportiva.

Gracias por venir hoy, las llevo en el corazón todos los días. Cada persona que hoy pasó por acá es especial para mí. Todos los días, Facundo Miguelena (su novio y productor de los Cardios) es testigo de que pienso en ustedes y me pregunto qué puedo hacer para que no se aburran entrenando, qué les puedo regalar, cerró después de dos horas de entrenamiento compartido.

“No voy a parar hasta que todas ustedes y más gente se sigan moviendo cada vez más. Si entrenan con constancia los resultados van a llegar solos, yo quiero que se diviertan”, aseguró la influencer ante una multitud que no paraba de aplaudir.