Por Nazareno Fullana, Tobias Szvetz, Pablo Erro y Alejandro Wisznienski
La Selección Argentina presentó las nuevas camisetas con las cuales disputará el Mundial de Qatar 2022. Para acompañar la indumentaria tradicional, Adidas, su patrocinador, lanzó un modelo alternativo violeta inspirado en la igualdad de género. De todas formas, la iniciativa de promover la inclusión modificando el color de la segunda camiseta no cayó con simpatía a quienes las cuestiones de la diversidad de género les toca de cerca.
PURPLEWASHING: POR QUÉ VIOLETA
Con el impacto que produjo la comunidad LGBTQ+ en los últimos años nació el concepto de pinkwashing, que remite a una simulación de perspectiva de género. A este concepto hace alusión Sol Rodríguez, responsable de la Secretaría de Género del Club Atlético Huracán, cuando señala que la camiseta alternativa de la selección se utiliza como estrategia por parte de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) para mejorar su figura social: “Los valores de la diversidad no son un solo color, eso no cambia nada”.
Existe una idea instalada en la sociedad de que no hace falta más que un pequeño gesto para apoyar una causa, por ejemplo, el uso de determinados asociados a determinados movimientos o luchas. En ese sentido, Rodríguez señala: “El violeta se utiliza para representar la violencia de género, que no es lo mismo que diversidad, y por lo tanto, no es lo mismo que hablar de inclusión”.
LA MANTA CORTA
Socialmente, la idea de presentar una camiseta inspirada en la diversidad de género es provechosa pero insuficiente. Maia Moreira, secretaria de Género del Club Atlético Lanús, propone la metáfora de la manta corta, que tapa de un lado pero destapa del otro. “Para ciertos países, que lo vean en el Mundial va a ser positivo, pero para los argentinos no, porque ya lo vimos”, considera Moreira, y agrega: “Si se hubiese dado diez años atrás hubiese sido disruptivo por completo, pero hoy nos queda chico”.
Más allá de las posibles intenciones de la AFA y Adidas con el nuevo lanzamiento, la imagen que proyecta la iniciativa es de apoyo a la igualdad de género. Sin embargo, la Asociación del Fútbol Argentino, en muchas ocasiones, quedó en deuda con las temáticas de inclusión como, por ejemplo, en el fútbol femenino. Al respecto, Moreira sentencia: “Hay cosas que deberían abordarse con otro tipo de responsabilidad. La intención del discurso puede ser una pero el actuar de la AFA a fines prácticos es otro. Más bien, podría poner a disposición otro tipo políticas que abarquen la diversidad de género, pero no tienen lugar”.
La iniciativa de la AFA está opacada por ciertos factores que también deberían tenerse en cuenta. Ludmila Martínez, jugadora de San Lorenzo, se refiere a los jugadores del fútbol masculino que tienen causas por violencia de género: “Hay futbolistas de la primera división que tienen causas penales y la Asociación del Fútbol Argentino no les da el respaldo necesario (a las víctimas)”. Y agrega: “No hay un real interés por hacer algo por la igualdad de género”.
UN GRANITO DE ARENA
Ludmila Martínez explica que la idea de la nueva camiseta aporta poco a la causa de la inclusión: “El Mundial de Qatar tendrá lugar en un país sumamente machista y homofóbico y, más allá de que no sea la AFA quien lo haya propuesto, tampoco se opuso a eso”. Sin dudas, el modelo violeta es y será eje de muchos debates en torno a la diversidad de género, especialmente al frente de un evento que estará ante los ojos de millones de personas.
Sol Rodríguez observa otro punto positivo, más allá de la idea de que la camiseta será foco de discusión: “Es un avance también porque, años atrás, pensar un match entre la Selección y la inclusión era totalmente impensado y, sin embargo, al día de hoy están un poco más instalados y provocan un cambio de estructura y pensamiento, por lo que hay que aprovechar estos espacios”.
Edición: Nazareno Fullana y Tobías Szvetz
