Por Hernán Palau
Iniciado el pasado 30 de junio en la última cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Madrid, que terminó con el acuerdo de los treinta jefes de Estado de los países miembros, el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia está pendiente de aprobación por parte de los poderes legislativos de cada nación.
Mientras Rusia continúa la guerra contra Ucrania, que ya lleva casi siete meses, Suecia y Finlandia están atravesando las últimas etapas para que ambos países adhieran de forma oficial a la OTAN. Una vez concretada esta parte, el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, informará a los gobiernos de Estocolmo y Helsinki cómo proceder para su adhesión. ¿Puede haber problemas? Tal como establece el protocolo, la aprobación del ingreso de un nuevo país debe ser unánime porque si una legislatura rechaza la adhesión, peligraría el proceso.
Los países que aprobaron el ingreso son 24 de los 30 miembros; solo falta la ratificación formal de Croacia, República Checa, Montenegro, Eslovaquia, Hungría y Turquía. El gobierno turco de Recep Tayyip Erdoğan bloqueó por varias semanas las negociaciones por las candidaturas debido a que acusaba a Suecia y Finlandia de convivir con miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán, considerado por Ankara como un grupo terrorista que amenaza sus intereses. Por su parte, el presidente croata, Zoran Milanovic, insiste en que Croacia debe vetar la entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN hasta que las autoridades bosnias cambien la ley electoral que considera discrimina a los croatabosnios, según informó la agenda de noticias alemana Deutsche Welle.
Finlandia está expectante por la votación en cada país. Se evidencia en el hecho de que siempre se desarrollaron con su embajador en el pleno de la cesión, y sigue con su firme decisión de querer entrar en la OTAN, tal como afirmó el canciller local, Pekka Haavisto, quien agradeció el apoyo de la alianza a la membresía de su país y espera un rápido proceso de ratificación.
Si bien en Suecia renunció la primera ministra, Magdalena Andersson, tras la derrota de su partido en las elecciones y el triunfo de la derecha, se espera que el nuevo gobierno continúe con el proceso de integración del país a la OTAN.
Para Juan Battaleme, politólogo y especialista en seguridad internacional, ambos países formarán parte de ejercicios militares conjuntos. De incorporarse, se aseguran de que, si un país los ataca, los Estados miembros deberán repeler al agresor con su armamento como el nuclear de Estados Unidos, Francia e Inglaterra. Y podrán acceder a un mejor mercado de armas para modernizar y reforzar sus Fuerzas Armadas.
Edición: Emiliano Attadía y Matías Arcapalo