Por Lola Ildarraz

La escuela TEA festejó el Día del Periodista, celebrado el 7 de junio, con la presentación de Periodistas en el Cine, una página web que, entre otras cosas, tiene una base de datos con más de tres mil películas que incluyen en su trama al periodismo, además de un ranking con 150 títulos fundamentales sobre el oficio. La charla se realizó el miércoles en el microcine de la institución y estuvieron presentes los creadores del sitio, los periodistas Manuel Barrientos y Federico Poore, junto a la crítica y programadora del Festival de Cine de Mar del Plata María Fernanda Mugica y el periodista y docente Ezequiel Boetti.

Durante el encuentro se debatió acerca de las miradas que propone el cine (internacional y nacional) sobre el periodismo, sus transformaciones a lo largo del tiempo y la influencia que ejercen en el ideario social de la figura del periodista. De la mano de títulos emblemáticos como Citizen Kane, It Happened One Night y All the President’s Men, se realizó un repaso desde la era del cine mudo hasta la actualidad, analizando las distintas épocas y los profesionales que coparon la pantalla grande: los que están a merced de magnates de medios, los ambiciosos sin escrúpulos, los que trabajan por un mundo mejor, y muchos más. Incluso hubo mención de los periodistas como alter ego de varios superhéroes, ya que el oficio entraña la excusa perfecta para salir corriendo en cualquier momento.

Barrientos, Poore, Mugica y Boetti durante la presentación de la web Periodistas en el Cine.

Al respecto, Barrientos analizó que “en la representación del imaginario social de estos films se pueden definir tres grandes líneas. Por un lado, está el periodista que actúa como detective, aquel que se convierte en un héroe a través del ejercicio o el abandono del oficio; luego, está el sensacionalista, que es un villano manipulador; y por último, aquel que aparece más en las comedias y que actúa como puerta de acceso a otros mundos”.

Poore, en tanto, aclaró que estas distintas caracterizaciones deben analizarse teniendo en cuenta la época en la que fue realizada cada película. Por ejemplo, el impacto que tuvo en su momento All the President’s Men generó un incremento en la matrícula de las carreras de Periodismo. Su éxito, explicó, es inherente al “marco de los años 70, cuando aparece un nuevo cine americano mucho menos edulcorado, más pesimista y sucio. En ese contexto histórico surge el periodista guardián que tiene que hacer su trabajo al mismo tiempo que debe enfrentarse a conspiraciones políticas y empresariales”. Y agregó que con ese modelo puede entenderse la figura que nació en la siguiente década: “Como en los 70 el periodista se había vuelto tan molesto e inquisidor, en los 80 lo mandan a cubrir guerras a otros países, lo ponen en un lugar más despolitizado”.

El ciudadano, de Orson Welles, encabeza el ranking de las mejores películas sobre el oficio.

UNA PROYECCIÓN EN CONSTRUCCIÓN

Periodistas en el Cine, que surgió como idea a raíz de la tesis universitaria de Barrientos, tiene un buscador avanzado que permite filtrar por año, director, país, reparto, premios e incluso el grado de presencia del oficio en la trama. Por esto mismo, se trata de una página web tanto para estudiantes como para periodistas, cinéfilos o curiosos. Además, hay un ranking de los mejores 150 films basado en cómo tematizan la profesión. Es así que los creadores, más allá de tener en cuenta la calidad cinematográfica, priorizaron la representación del mundo periodístico a la hora de armar la selección.

Las títulos listados en el portal, además de estar acompañados por su sinopsis, ficha técnica y trailer, cuentan con la puntuación que les dieron los usuarios de distintos sitios (como IMDB) y, en el caso del Top 150, un comentario de Barrientos y Poore con una explicación acerca del puesto que ocupan. Al tratarse de un proyecto colectivo que sigue en construcción, los creadores invitaron a todo aquel que quiera sugerir títulos que no estén en la base de datos a contactarse con ellos a través de las distintas vías publicadas en la web.