Daniel Salvador: “A los que fuimos parte y escuchamos esos testimonios nos cambió la vida”

Daniel Salvador es un político radical de familia. Desde joven militó en la UCR, en la que generó un vínculo con Raúl Alfonsín, quien lo llamó cuando creó la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP), para que formara parte del equipo. Allí ocupó el cargo de Secretario de Procesamiento de Datos, por lo que tuvo que recopilar durante meses miles de testimonios de personas que habían sido secuestradas durante la última dictadura y de familiares de desaparecidos, en lo que fue el paso previo al histórico Juicio a las Juntas, en el que se condenó a varios de los responsables del golpe cívico militar.

―¿Cómo era tu trato con Alfonsín y qué buscaba lograr con la comisión?
―Yo tenía un acercamiento muy fluido con él a través de la actividad política. Yo era un militante radical, joven, abogado de 30 años, de una familia también radical. Mi padre había sido legislador. La decisión fundamental de Alfonsín en aquel tiempo era no recuperar la democracia sólo por un período, como venía ocurriendo en la Argentina desde 1930, sino para siempre. Para ello, entendía que había que terminar con la impunidad, ya que nunca se había juzgado a los militares que hacían los golpes de Estado ,y en esa ocasión sostenía que era imposible pensar en democracia para siempre si se miraba para otro lado con los derechos humanos que habían sido violados anteriormente. Especialmente porque en ese último golpe de Estado realmente se había llevado adelante un genocidio atroz. Así que a partir de allí, el gran objetivo era que se sepa toda la verdad. Y ese era básicamente el sentido de esta comisión: saber la verdad y que sea una verdad que conozca el común de la gente más allá de la Justicia, que después fue la etapa siguiente.

―Si algo se le destacó a Alfonsín fue el coraje de enfrentar a los militares, que en ese entonces aún tenían mucho poder, ¿sufriste algún tipo de amenaza o fuiste víctima de alguna situación violenta?
―Bueno, nosotros éramos conscientes de ese peligro, pero el primer consciente de todo esto era el doctor Alfonsín, y en muchos lugares, aún gente que tenía claro lo que había pasado en la Argentina, le decía “es imposible juzgar a los que están entregando el poder”, que seguían no solamente al frente de todos los ámbitos militares, sino que durante todos esos años ese poder militar se había insertado en ámbitos de la comunicación, y en todos los otros ámbitos del poder del país. Así que claramente era ir contra eso. Era un tiempo en el que había muchísimo miedo y sobre todo había mucha gente que desconocía la gravedad del problema, más allá de los organismos de derechos humanos que ya desde años anteriores estaban reclamando por los familiares desaparecidos y creando un clima que también empezó a llegar al exterior. Después, hubo todo tipo de presiones de distintas maneras. Hubo presión para que a medida que avanzábamos en la investigación le hiciéramos llegar los legajos, cosa que nunca se hizo a los propios militares. Hubo también en más de una oportunidad violaciones al Centro Cultural San Martín, donde funcionábamos, e intentaron avanzar sobre los archivos. Después, en muchas investigaciones que hacíamos en lo que luego denominamos centros clandestinos de detención, normalmente nos ponían todo tipo de reparo cuando nosotros estábamos autorizados para ingresar sin siquiera una orden del juez. Pero bueno, nos esperaban con todos sus armamentos, no amenazándonos, pero con todo el pleno poder, y nos impedían entrar. 

―En tu rol de recopilador de datos y testimonios, habrás oído varios relatos muy duros y sensibles, ¿cómo hacían tanto vos como tu equipo para lidiar con esa sensación?
―Ese fue uno de los primeros escollos más difíciles. Nosotros recibimos miles y miles de denuncias, para lo cual también solicitamos al gobierno que nos aportara personal. En definitiva, el personal eran hombres y mujeres que estaban en distintas reparticiones de la administración pública, que no estaban preparados y quizás venían, escuchaban uno o dos testimonios y después ya no podían soportar. Por lo tanto, después, especialmente a partir de que se incorporó Graciela Fernández Meijide, tuvimos la posibilidad de contar con personal que nos aportaron los organismos de derechos humanos. Cada testimonio por supuesto era absolutamente desgarrador, porque eran tiempos en que, más allá de que ya habían pasado años, la gente, la mamá, el papá, los familiares, tenía la esperanza de encontrar a su familiar desaparecido con vida y eso significaba tratar de recabar la mayor cantidad de datos para poder llevar adelante una investigación fundada. Pero, además, contener a la persona. Creo que a todos los que fuimos parte y escuchamos esos testimonios, no en uno, sino en muchos aspectos, nos cambió nuestra vida, era volver a nuestras casas con una carga realmente importante.

Por Facundo Belluschi y María Sol González Álvarez

Ese año también…

13 DE FEBRERO

El escritor y periodista Italo Calvino visita la Argentina para la Feria del Libro, la primera que se realizó luego del retorno de la democracia. El escritor italiano, que participó activamente en la resistencia contra el nazismo, dijo que no había querido venir a la Argentina bajo un régimen que no le gustaba.

8 DE MARZO

Por primera vez en Argentina se conmemora El Día Internacional de la Mujer. Mujeres pertenecientes a partidos políticos y sindicatos y a diferentes organizaciones feministas y sociales se reúnen en la Plaza de los Dos Congresos para reclamar por sus derechos.

14 DE MARZO

Primera conferencia de prensa de Raúl Alfonsín y primer revés oficialista en el Senado: la Cámara alta rechaza el proyecto de ley sobre reorganización y democratización de los sindicatos.

15 DE MARZO

Se aprueba la Ley 23.056, de creación del Plan Alimentario Nacional (PAN) destinado a proveer de alimentos básicos a la población empobrecida, una política de emergencia para afrontar el hambre y la pobreza. El PAN consistió en el reparto mensual de cajas de alimentos a familias de escasos recursos a través de los municipios. Se entregaban 1,2 millones de cajas cada mes.

5 DE JULIO

Luego de su controversial paso por el Barcelona, Diego Armando Maradona llega al Napoli, club italiano en el que jugó hasta 1992 y con el que fue campeón de la Serie A dos veces.

3 DE AGOSTO

Se convoca a la primera huelga general contra la política económica del gobierno de Raúl Alfonsín. La medida se cumple en Buenos Aires, Córdoba y Santa Fé. La CGT, con Saúl Ubaldini a la cabeza, exige una concertación para llegar a un acuerdo sobre el salario mínimo de los trabajadores.

14 DE SEPTIEMBRE

Es asesinado el dibujante e historietista Lino Palacio, de 80 años. Tres jóvenes entraron a su departamento con fines de robo y lo asesinaron a él y a su esposa.

18 DE OCTUBRE

Los negociadores Marcelo Delpech, por Argentina, y Ernesto Videla, por Chile, iniciaron las conversaciones sobre el Tratado de Paz y Amistad para superar el conflicto por el Canal de Beagle, que había llevado a ambos países al borde de la guerra. El tratado estableció “la solución completa y definitiva” de la controversia, mediante la fijación del límite entre ambos países desde el Canal Beagle hasta el Cabo de Hornos.

DICIEMBRE

Pico de Inflación anual (626,7%).  La inflación es uno de los mayores problemas del gobierno democrático. A eso se suma la deuda externa contraída durante la dictadura y estatizada un año antes de transferir el poder a los representantes del pueblo. El monto de la deuda, que era de 7.700 millones en 1975, pasó a ser 45.000 millones en 1983: un 600% de aumento en siete años.

Por D. Alderete, J. Benítez Demark, M. Bullón, A. Clavijo Velasco, E. Herrera, P. Maldonado, V. Rodríguez, R. Sicaro, M. Toloza y O. Velanovsky.